El próximo jueves, Rodrigo de Loredo, precandidato a la intendencia de Córdoba, se encontrará con la última oportunidad de recibir el respaldo de tres importantes líderes de Juntos por el Cambio: Luis Juez, Mario Negri y Ramón Mestre. Sin embargo, por diferentes motivos, ninguno de ellos ha integrado plenamente la campaña de De Loredo, lo que lo deja en desventaja en la lucha por la sucesión de Martín Llaryora.
Juez, quien había decidido tomarse unas vacaciones en familia tras la elección provincial, se sumó a la campaña de De Loredo más tarde, pero su apoyo no ha sido tan contundente como se esperaba. Además, sus declaraciones públicas sobre la unidad de Juntos por el Cambio en Córdoba generaron tensiones dentro del deloredismo puro.
Por su parte, Ramón Mestre se ha mantenido alejado de la campaña de De Loredo y ha centrado su atención en su rol como referente territorial de Gerardo Morales en Córdoba. Su apoyo explícito a Patricia Bullrich en la interna nacional de Juntos también ha generado comentarios entre los radicales cordobeses.
En cuanto a Mario Negri, aunque su hijo Juan Hipólito es jefe de campaña de De Loredo, el líder radical no ha tenido una participación activa en la campaña y se lo ha visto incómodo. Sin embargo, recientemente se mostraron juntos en una pequeña recorrida por una feria en la capital cordobesa.
Estas ausencias y desencuentros de los tres caudillos de Juntos por el Cambio ponen de manifiesto la disputa por el liderazgo de la oposición en la provincia, lo que afecta la campaña de De Loredo en su búsqueda por la intendencia de Córdoba. Además, Negri ha quedado afuera del Congreso y podría ver disminuido su peso político en el Parlamento en los próximos meses. En medio de este panorama, De Loredo enfrenta críticas internas por su supuesto individualismo, aunque también hay quienes creen que su victoria podría impulsar el retiro de algunos dirigentes del radicalismo.