Sergio Massa, el ministro de Economía y candidato presidencial del oficialismo, se encuentra en medio de una situación económica crítica. Apenas tres horas después de que el INDEC informara que Argentina experimentó la peor inflación mensual de los últimos 32 años, Massa está intentando tomar medidas para contrarrestar el impacto devastador de esta aceleración inflacionaria.
El golpe al bolsillo de millones de argentinos después de la devaluación post-PASO ha reducido considerablemente las posibilidades electorales de Massa. En un intento por desviar la responsabilidad, está buscando culpar al Fondo Monetario Internacional (FMI) por la situación económica actual. Consciente de que la inflación de este mes probablemente alcanzará cifras de dos dígitos, el ministro de Economía está decidido a tomar medidas para abordar esta crisis.
Inicialmente, Massa consideró que congelar los precios de algunos servicios regulados, como el transporte público, las tarifas de luz y gas, y los acuerdos con las empresas de medicina privada, sería suficiente para mostrar una moderación en la inflación. Sin embargo, los últimos datos internos y de consultoras lo han convencido de que esto no será suficiente. El arrastre inflacionario desde agosto es significativo y, además, los alimentos continúan liderando el aumento de precios.
Massa, que al principio de la semana había logrado ganar la atención pública con el anuncio de beneficios en el impuesto a las Ganancias, ahora está tomando medidas adicionales. Aprovechó un desafío público de Patricia Bullrich, líder de la oposición, para anunciar medidas adicionales y dejar a la candidata contrariada.
El incumplimiento de las metas fiscales acordadas con Kristalina Georgieva, directora del FMI, ya no parece preocupar a Massa. Con los Derechos Especiales de Giro (DEGs) en las reservas, que garantizan el pago de los próximos vencimientos con el FMI, Massa ha decidido aumentar el gasto público.
El ministro-candidato ha admitido que debe actuar rápidamente, ya que después del 26 de este mes, ya no podrá utilizar su cargo para anunciar medidas de campaña. A pesar de las advertencias de que este aumento del gasto y la emisión de más pesos podrían acelerar la inflación, Massa parece estar dispuesto a tomar el riesgo.
Recientemente, anunció la devolución del IVA en productos de la canasta básica para monotributistas, trabajadores en dependencia y jubilados. Aunque esta medida se presenta como un beneficio para los consumidores, vale la pena destacar que una medida similar estuvo en vigencia hasta diciembre de 2016, lo que sugiere un tono de campaña electoral.
Con las metas fiscales del FMI aparentemente dejadas de lado, Sergio Massa está incrementando el gasto público en busca de recuperar su imagen y posibilidades electorales. Se esperan más anuncios en los próximos días, incluyendo mejoras para autónomos y monotributistas, quienes quedaron excluidos del aumento del mínimo no imponible de Ganancias. La situación económica y política en Argentina sigue siendo incierta mientras Massa busca soluciones ante la inflación récord.