El Gobierno encabezado por Javier Milei ha tomado medidas significativas en relación con las empresas de medicina prepaga, generando una serie de tensiones en el sector. Dos medidas principales han sido dispuestas, con el objetivo de abordar las preocupaciones sobre los costos de la atención médica y la inflación.

En primer lugar, se ha anunciado que las empresas de medicina prepaga deberán reducir entre un 20 y un 30% las facturaciones correspondientes al mes de abril, a partir del mes de mayo. Esta medida busca aliviar la carga económica para los afiliados y ajustar los costos de los servicios de salud.

Por otro lado, la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS) ha ampliado el alcance de una medida cautelar presentada ante la Justicia civil y comercial, abarcando a 18 empresas de medicina prepaga. Esta acción tiene como objetivo cubrir a más del 90% de los afiliados del país. La SSS buscará que las empresas devuelvan los montos cobrados por encima de la inflación mes a mes, retrotrayendo las cuotas a los valores de diciembre y ajustándolas según la inflación estimada en el Índice de Precios al Consumidor del INDEC, aproximadamente un 76,8%.

Además, la Secretaría de Industria y Comercio ha emitido una medida tutelar anticipada para frenar los aumentos en siete empresas de medicina prepaga y ajustar sus aumentos a los valores de diciembre, vinculándolos con la inflación. Esta acción, que tendrá efecto inmediato y no requerirá esperar resoluciones judiciales, busca controlar el aumento de los costos para los usuarios.

Estas resoluciones han generado preocupación en el ámbito de las empresas de medicina prepaga, especialmente entre aquellas nucleadas en la Unión Argentina de Salud (UAS). Aunque estas medidas son vistas como “muy débiles” por parte del sector, la UAS continuará analizando los pasos a seguir en consulta con sus abogados.

La tensión entre el Gobierno y las empresas de medicina prepaga no muestra signos de disminuir, ya que estas medidas han sido interpretadas como un intento de responsabilizar al sector por los problemas de inflación, además de generar tensiones en la clase media, que se ha visto afectada por los altos índices de inflación en los primeros meses de la gestión de Milei.