Wall Street abrió la jornada con señales alentadoras, en un clima marcado por la expectativa de los inversores ante la inminente decisión de la Reserva Federal sobre las tasas de interés. La previsión generalizada es que el banco central mantendrá sin cambios su tasa de referencia, pese a las presiones públicas del presidente Donald Trump, quien insiste en un recorte como parte de su estrategia de estímulo frente al conflicto arancelario con China.
El optimismo inicial del mercado se apoyó en los buenos resultados trimestrales de algunas empresas tecnológicas, lo que impulsó particularmente al Nasdaq, como ya había ocurrido en días previos. No obstante, el panorama empresarial sigue siendo heterogéneo: varias compañías han reconocido el impacto negativo de la guerra comercial en sus balances, al punto de modificar sus previsiones o presentar dos escenarios: con y sin aranceles. La incertidumbre se ha convertido en una variable de cálculo financiero.
La Reserva Federal, por su parte, mantiene una posición de cautela. El presidente del organismo, Jerome Powell, ha reiterado que prefiere observar el efecto completo de los aranceles —que ya gravan hasta un 145% del total de importaciones chinas— antes de modificar la política monetaria. Esta prudencia también se refleja en el comportamiento de los consumidores, cuya confianza ha disminuido, afectando decisiones de gasto y de inversión a largo plazo.
La tensión comercial también se traduce en desequilibrios macroeconómicos. El déficit comercial de Estados Unidos alcanzó un récord de 140.500 millones de dólares en marzo, impulsado por una avalancha de importaciones adelantadas para evitar los aranceles anunciados para abril y julio. Esta distorsión tuvo un efecto directo en el crecimiento: el PIB se contrajo un 0,3% en el primer trimestre.
Europa y Asia: señales mixtas
Los mercados europeos mostraban un comportamiento mixto a media jornada: el DAX alemán se mantenía estable, el CAC 40 de París caía un 0,6% y el FTSE 100 de Londres retrocedía un 0,4%. En contraste, Asia mostró un sesgo más positivo, luego de que Washington y Pekín confirmaran nuevas conversaciones comerciales en Suiza.
El repunte fue especialmente visible en Hong Kong, que llegó a subir un 2% durante la sesión, aunque finalmente cerró con una ganancia marginal del 0,1%. El índice compuesto de Shanghái avanzó un 0,8%, mientras que el Nikkei 225 de Tokio cayó un 0,1%, cerrando en 36.779,66 puntos.
China, por su parte, anunció una nueva batería de estímulos económicos, incluida una reducción en sus tasas de interés, para amortiguar el golpe de las tarifas impuestas por Estados Unidos. Las autoridades de Pekín parecen decididas a sostener el crecimiento interno sin ceder posiciones en la mesa de negociación.
Petróleo, oro y geopolítica
El precio del petróleo registraba una fuerte caída en la jornada, influido por las declaraciones del presidente Trump sobre un posible acuerdo nuclear con Irán. El crudo tipo Brent caía un 3,5%, por debajo de los 64 dólares por barril.
«Estamos en negociaciones muy serias con Irán para una paz a largo plazo», afirmó el mandatario durante su gira por Oriente Medio. Según dijo, Teherán «en cierto modo» habría aceptado los términos de Washington para avanzar en un nuevo acuerdo.
El oro, por su parte, profundizó su descenso luego de una baja del 2% el miércoles. La menor expectativa de recortes de tasas por parte de la Reserva Federal, junto con la distensión comercial entre Estados Unidos y China, redujo el atractivo del metal como activo refugio.