Argentina se encuentra entre los países con los salarios mínimos más bajos de América Latina, según los últimos datos oficiales. Esta situación se ha agravado recientemente debido a la devaluación de la moneda y el aumento de la inflación.

A raíz de estos factores económicos, países vecinos como Costa Rica, Uruguay y Chile tienen salarios mínimos que duplican o incluso triplican el que se percibe en Argentina. Por ejemplo, mientras que en nuestro país el salario mínimo se sitúa en $208.000 pesos (equivalente a unos u$s 200,80 al tipo de cambio libre), en Costa Rica alcanza los u$s 714, en Uruguay los u$s 594 y en Chile los u$s 470.

La devaluación monetaria y la inflación récord han contribuido a la pérdida de poder adquisitivo en Argentina. En febrero, el país registró una inflación del 13,2%, lo que representa un incremento del 276% en comparación con el mismo mes del año anterior, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). Estas cifras sitúan a Argentina como el país con la inflación más alta del mundo, superando incluso a naciones como Líbano y Venezuela.

El director de la consultora Focus Market, Damián Di Pace, señaló que la inflación persistente ha erosionado el poder adquisitivo de los salarios argentinos, aproximándolos a los niveles registrados tras la salida del régimen de la convertibilidad.

Además, la crisis económica ha tenido un impacto desigual en las distintas provincias argentinas. Mientras que en la Ciudad de Buenos Aires el ingreso per cápita familiar promedio es de u$s 213, en provincias como Chubut, Corrientes y Formosa este ingreso se sitúa en torno a los u$s 59, u$s 69 y u$s 76 respectivamente.

La devaluación del peso, la emisión monetaria descontrolada y la incertidumbre económica han contribuido a esta situación, exacerbando la pérdida de ingresos de los argentinos durante este período.