América Latina será una de las prioridades del nuevo gobierno Trump, aunque Colombia solo ocupará su atención en un segundo plano, después de otros países como México, Panamá y Venezuela, en donde el republicano tiene intereses estratégicos.
El foco estará puesto sobre cuatro grandes procesos: detener la migración ilegal, el narcotráfico, la presencia de China en la región, y mantener o abrir nuevos canales comerciales.
Estos son los siete integrantes del gobierno Trump, que serán claves para las relaciones con Colombia. Son en su mayoría de Florida y opositores de la izquierda latinoamericana.

Marco Rubio
Secretario de Estado
El senador de origen cubano es el primer latino en convertirse en secretario de Estado, que es el canciller de los Estados Unidos. Es un político de mano dura — lo que los estadounidenses llaman un “halcón” — y durante sus 14 años en el legislativo adoptó un enfoque agresivo de política exterior hacia China, Irán, Cuba y Venezuela. Rubio ha presidido el Comité de Relaciones Exteriores y fue la principal voz republicana dentro del Comité de Inteligencia.
Asesoró a Trump en temas relacionados con política latinoamericana durante su primera administración, siendo un defensor del embargo a Cuba y de las sanciones contra el régimen de Maduro en Venezuela. En cuanto a Colombia, la relación aún es incierta. Petro es un presidente de izquierda, con la cual él no simpatiza, pero Colombia puede ser clave para enfrentar el narcotráfico, dado el aumento de cultivos de uso ilícito y la producción de coca, o para frenar el flujo migratorio que cruza el Tapón del Darién hacia los Estados Unidos.
Tras la reciente orden ejecutiva del presidente Trump, que suspendió los proyectos de cooperación para el desarrollo de Estados Unidos, como los que gestiona la agencia Usaid en Colombia, será Rubio y su equipo quien revise si estos y unos futuros se ajustan o no a los tres criterios que tiene ahora el gobierno para administrar los recursos: que hagan más fuertes, más prósperos y más seguros a ese país.
“Puede que también busque romper las relaciones entre Colombia y Venezuela. Creo que él ve a Colombia como un país que necesita ser más presionado para alinearse más con Washington”, dice Geoff Ramsey, analista político del Atlantic Council para Colombia y Venezuela.

Christopher Landau
Subsecretario de Estado
Landau es un abogado. Nació en Madrid y creció en un ambiente diplomático, pues es hijo de George Landau, ex embajador de Estados Unidos en Paraguay, Chile y Venezuela. Trabajó como asistente de los jueces de la Corte Suprema Antonin Scalia y Clarence Thomas antes de ser designado como embajador de los Estados Unidos en México durante la primera administración de Trump, entre 2019 y 2021.
Ahora, como subsecretario de Estado, colaborará con Rubio para implementar políticas clave de la agenda “América Primero” de Trump, incluyendo la reducción de la migración ilegal en la frontera sur y el incremento de los aranceles. “Su elección demuestra que América Latina será una prioridad para Trump en este gobierno”, dice Ramsey.
Venezuela es una de las prioridades del gobierno Trump por razones geopolíticas de reducir la presencia de China en la región. “Queda por ver cuál será su postura frente a las sanciones. El año pasado fue el tercer país de donde Estados Unidos importó más petróleo, y aunque Trump parece querer disminuir la presencia de empresas como Chevron, esos vacíos los van a llenar Rusia y China”, dice Laura Dib, Directora para Venezuela de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos.

Michael Waltz
Asesor de seguridad nacional
El congresista republicano de Florida es otro “halcón” en materia de política exterior, especialmente en contra de China e Irán. Es ex miembro de las Fuerzas Especiales del Ejército de Estados Unidos y ex asesor del vicepresidente Dick Cheney. Waltz ha representado a los republicanos en los comités de Servicios Armados, Inteligencia y Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes. Ha sido crítico de los regímenes de Cuba y Venezuela, promoviendo sanciones más severas contra el gobierno de Maduro. Ahora, se une a la administración Trump en un contexto de tensiones con Rusia, China y conflictos en Medio Oriente, que ocuparán la mayor parte de su agenda.
Frente a América Latina, Waltz seguramente estará enfocado en el narcotráfico. Desde el Congreso propuso el uso de la fuerza militar contra los carteles mexicanos, y ha hecho un llamado a desarrollar una especie de Plan Colombia para México. “Colombia estará en el radar de Waltz como país productor y de tránsito de drogas. Como Rubio y Landau, Waltz también es un escéptico de la izquierda y eso podría afectar su aproximación”, dice Ramsey.

Richard Grenell
Enviado presidencial para “misiones especiales”
Fue embajador en Alemania y director interino de inteligencia nacional durante la primera administración de Trump. Antes de eso se desempeñó como portavoz de la misión de Estados Unidos ante las Naciones Unidas. Aunque inicialmente criticó a Trump, Grenell se convirtió en un leal aliado político del trumpismo, liderando esfuerzos controvertidos para cuestionar los resultados de las elecciones de 2020 en Nevada. También ha trabajado desarrollando proyectos de hotelería de lujo en los Balcanes junto con Jared Kushner, yerno de Trump.
Las funciones de su nuevo cargo son inciertas, pues no existía antes, pero cuando Trump lo anunció dijo que Grenell trabajaría en lugares como Venezuela y Corea del Norte. Hasta ahora, su único pronunciamiento ha sido un trino que publicó el día de la posesión de Trump: “he hablado con varios funcionarios en Venezuela hoy y comenzaré las reuniones mañana por la mañana temprano. Hablar es una táctica”, escribió. Sin embargo, no ha habido más declaraciones oficiales.
“En esta estrategia no creo que necesite a Colombia, no creo que la use como un canal de comunicación”, dice Ramsey del Atlantic Council.

Mauricio Claver-Carone
Enviado especial para América Latina
Es un abogado de origen cubano de Florida, reconocido por sus posturas firmes hacia los regímenes de izquierda en América Latina. Fue asesor principal de la Casa Blanca para América Latina durante el primer mandato de Donald Trump, donde respaldó a Juan Guaidó en su disputa por la presidencia de Venezuela. También es defensor del embargo comercial contra Cuba. Claver-Carone ocupó un cargo en el Departamento del Tesoro antes de ser nombrado presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, puesto del que fue destituido tras controversias de tráfico de influencias.
Aunque se espera que tenga una postura dura y anti izquierda, su aproximación va a estar más orientada hacia México y Centroamérica en temas de migración. “Por eso podría tener algo que ver con el Darién en Colombia, pero con tantos enviados especiales aún no se sabe con mucha certeza quién tendrá ese papel”, dice Ramsey.
Claver-Carone es un personaje como Rubio, son latinos de Florida con vínculos en el sector privado. Históricamente han sido categóricos en sus posturas contra la izquierda, y con Venezuela abogan por la mano dura y las sanciones. Por esa razón es posible que prefiera no participar de un intento de Trump por negociar con Maduro. “Quizás eso lo llevaría a contradecirse o a distanciarse de la administración”, anota Dib, de Wola.

Thomas Homan
“Zar” de fronteras
Homan ha sido oficial de policía, agente de la Patrulla Fronteriza y agente especial del extinto Servicio de Inmigración y Naturalización. Fue director interino del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés) en 2017 y desempeñó un papel clave en la controvertida política de “tolerancia cero” de 2018, que separaba a las familias migrantes en la frontera. También es fundador de la Fundación Border911, desde donde aboga por una mayor participación de la policía local en la aplicación de las leyes de inmigración. Como “zar fronterizo” bajo la administración Trump, supervisará la seguridad fronteriza, marítima y aérea, y estará encargado de retomar las redadas laborales y deportaciones masivas.
Su cargo no existía en el gobierno estadounidense, pero se espera que sea transversal a todos los puntos claves en la migración hacia los Estados Unidos en la región. A través de figuras como la de Homan, la administración Trump podría negociar con países como Colombia y Venezuela para recibir a los migrantes deportados y frenar los flujos que atraviesan el Darién. “Homan ha dicho que espera trabajar con Maduro para que reciba los vuelos de deportados, pero que si no los recibe buscarán otro país al cual enviarlos. Podría ser Colombia o algunos en Centroamérica. Aún no es claro”, dice Dib de Wola.

Daniel Newlin
Embajador de Estados Unidos en Colombia
Newlin comenzó su carrera como asistente de primeros auxilios y luego trabajó como guardia penitenciario y alguacil en Florida. Eventualmente, se convirtió en detective de fugitivos, colaborando con el FBI en casos de trata de personas y tráfico de armas. A inicios de los 2000, fundó Newlin Law, una de las firmas de abogados más grandes de los Estados Unidos. Es un aliado cercano de Trump. Pagó más de $9,4 millones de dólares en avisos de publicidad en Estados claves como Pensilvania durante la campaña presidencial. También lidera iniciativas filantrópicas en América Latina y el Caribe.
De todos, es el designado más cercano a Colombia. Tiene conexiones bastante amplias con los colombianos. Ha visitado el país en varias ocasiones antes, es propietario de tierras e incluso tiene un despacho legal registrado. “Creo que va a saber muy bien cómo navegar el mundo político en Colombia, dada su experiencia en Florida, similar a la de los demás”, dice Ramsey.
Fuente: La silla vacia