El gobierno argentino se encuentra atravesando una serie de crisis que amenazan con afectar su estabilidad y credibilidad de cara a las próximas elecciones. Entre los principales problemas que enfrenta se encuentra una inflación del 6,6%, que ha resultado un duro golpe para el Ministro de Hacienda, cuyas proyecciones se han derrumbado.

Además, en medio de la campaña electoral, se han presentado cortes de luz y una serie de problemas en el sector energético, lo que ha dejado al descubierto la crisis estructural que padecen las empresas encargadas de proveer energía en el país. La falta de inversión y la imposibilidad de estabilizar los precios al consumidor han generado pérdidas significativas para estas compañías, que se encuentran en una situación delicada.

La sequía también ha sido un factor importante en el debilitamiento de la economía argentina. El cambio climático y el desequilibrio ambiental han contribuido a la falta de prevención ante la crisis, lo que ha dejado al descubierto la insuficiencia estructural del país.

El campo argentino también atraviesa una crisis, con un ciclo de desinversión que ha generado una fuerte caída en la producción. Muchos productores se encuentran imposibilitados de vender sus cosechas y no tienen dinero para invertir en nuevas siembras, lo que ha generado una situación de escasez y una entrada de dólares reducida para el gobierno y los productores.

En este contexto, el presidente Alberto Fernández se ha alejado de Cristina Fernández de Kirchner y de sus seguidores, quienes buscan instalar un concepto que el presidente considera falto de credibilidad: la proscripción de la vicepresidenta. A pesar de que ella no tiene sentencia firme, algunos medios insisten en que está proscripta, lo que no es cierto. Si la Corte Suprema avala la sentencia del tribunal que la juzgó, la vicepresidenta quedará inhabilitada para ocupar cargos públicos.

Todo esto se suma a la pobreza, la inflación, la escalada del dólar, la sequía, la crisis energética, para que el gobierno se encuentre en una situación desastrosa de cara a las elecciones. La oposición, por su parte, parece tener algunas respuestas la crisis pero aun son palabras, consignas que esperamos esperemos no estén revestidas de un nuevo fracaso. Habrá que esperar para ver si realmente existe un plan para sacar al país de la situación en la que se encuentra.

Tenemos la única alegría que aun palpita en nuestros corazones y que nos ha demostrado que aun podemos tener esperanzas, si bien el futbol no es semejante a la economía o a la política, si podemos decir que en este pueblo aun existen hombres y mujeres capases de realizar el esfuerzo sobre humano (como fue ganar esa copa mundial) de poner lo que hay que poner (genitales) para torcer nuestro destino hacia un futuro mas venturoso. Es lo que todos deseamos.