El Senado se prepara para una sesión crucial este jueves, donde se abordará el controvertido decreto de necesidad y urgencia 70/23 que busca desregular la economía. En medio de una intensa disputa entre la Casa Rosada y la vicepresidenta Victoria Villarruel, la cual aceptó el debate del DNU a pesar de la tensión y la posible mayoría opositora en su contra.

Villarruel intentó postergar el debate, sin embargo, sus esfuerzos resultaron infructuosos. A pesar de solicitar una semana adicional para negociar, su propuesta fue rechazada, dando paso a una sesión cargada de tensiones y presiones políticas.

El clima se ha enrarecido aún más debido a un fuerte ataque en redes sociales contra Villarruel por parte de cuentas libertarias, sumado a la presión ejercida desde el Poder Ejecutivo para evitar la discusión del DNU. Esto, especialmente tras lograr dejar sin quórum un intento de la oposición por impulsar un proyecto de movilidad jubilatoria en la Cámara de Diputados.

La Casa Rosada ha expresado su posición enérgicamente, advirtiendo que revocar el decreto sería perjudicial para los derechos y necesidades del pueblo argentino. Se espera que el Poder Legislativo no ceda a presiones que puedan afectar el futuro de millones de argentinos.

A pesar de los intensos esfuerzos de Villarruel para conseguir apoyo, la sesión fue convocada para discutir el DNU. La tensión política se ha extendido incluso a los bloques opositores, donde se debate nerviosamente la postura a tomar en la votación. En medio de estas tensiones, algunos miembros de la UCR advierten sobre las posibles consecuencias políticas de rechazar el DNU en medio de las negociaciones con los gobernadores provinciales.