Este miércoles será un día muy especial para Sergio Massa. Una jornada que, al asumir en el Palacio de Hacienda el año pasado, imaginó de manera diferente. Sin embargo, ahora llega el momento de las definiciones en un nuevo escenario político.
El ministro jugará a fondo, con audacia y determinación, especialmente después de confirmar que competirá en las próximas elecciones presidenciales. Aunque se considera el mejor aprendiz de Néstor Kirchner, rara vez invoca su nombre, a diferencia de sus socios en la coalición gobernante: Cristina Kirchner y Alberto Fernández.
Esta semana marcará el comienzo de un futuro que Massa esperaba más favorable, pero enfrenta cuestionamientos tanto del peronismo, encarnado por Daniel Scioli, como de una parte importante de la sociedad que sufre la aceleración inflacionaria y la incertidumbre cambiaria. El ministro ha estado trabajando arduamente en la construcción de su candidatura presidencial, pero la persistente inflación por encima del 8% mensual ha complicado sus planes.
El miércoles, a las cuatro de la tarde, el INDEC dará a conocer la inflación de mayo. Con la estabilidad de los precios de la carne vacuna y el pollo, se espera que el índice esté por debajo del 8,4% registrado en abril. Esta noticia podría ser un pequeño alivio para Massa en un contexto económico complicado, donde la falta de dólares y las prolongadas negociaciones con el Fondo Monetario Internacional están generando presiones.
Sin embargo, aunque la inflación de mayo esté cerca del 8%, en lugar del 9% pronosticado por las consultoras, sigue siendo un desafío para la gestión económica del ministro. Además, la sequía ha dejado a Argentina sin 20.000 millones de dólares que resulta imposible compensar.
Este miércoles también se definirán aspectos del próximo escenario electoral, ya que cierra el plazo para inscribir a los frentes políticos. En el oficialismo y en la oposición, habrá momentos de gran tensión. Cecilia Moreau, jefa de Diputados y cercana al ministro, mencionó en una entrevista su “hartazgo” por las tensiones políticas en el oficialismo y no descartó la renuncia de Massa al Ministerio.
Por otro lado, Massa ha insistido en la necesidad de la unidad dentro del Frente de Todos, pero también ha dejado en claro que si se decide que haya elecciones primarias, su espacio político estará presente. El funcionario se encuentra urgido por llegar a un acuerdo con el FMI, aunque las negociaciones se han enfriado debido a las indefiniciones del organismo.
El equipo económico esperaba un urgente viaje a Washington, pero el staff del FMI ha decidido ralentizar las negociaciones. Massa y Alberto Fernández han realizado gestiones ante la Casa Blanca para lograr un nuevo acuerdo de manera inmediata. Sin embargo, el tiempo apremia, ya que Argentina debe transferir al organismo 2.700 millones de dólares en diez días.
El ministro buscará cerrar un acuerdo con el FMI para que adelante los desembolsos previstos para el segundo semestre del año, por un monto superior a los 10.000 millones de dólares. Sin embargo, la aprobación de esta operación por parte del staff del organismo es incierta, considerando que Argentina ha incumplido todos los objetivos planteados hasta ahora.
Estas negociaciones difíciles también han sido observadas de cerca por bancos y fondos de inversión, quienes reconocen los desafíos que enfrenta Massa en su intento por fortalecer las reservas y garantizar la estabilidad económica del país.
En definitiva, el miércoles será un día crucial para Sergio Massa, en el que se enfrentará a la publicación de la inflación de mayo, las definiciones políticas en el escenario electoral y las indefiniciones en las negociaciones con el FMI. El resultado de estos acontecimientos marcará el rumbo de su candidatura presidencial y su capacidad para enfrentar los desafíos económicos que atraviesa Argentina.