Debate y Convergencia

Sergio Massa: La estrategia económica para fortalecer su candidatura presidencial

Un avezado negociador político de Casa Rosada señaló que ni Domingo Cavallo logró lo que Sergio Massa ha conseguido: ser ministro de economía y candidato presidencial al mismo tiempo. Con Wado en la boleta, parecía estar fuera del juego, pero sorprendentemente ha ganado la bendición de la mayoría de las tribus peronistas y ahora tiene oxígeno hasta las primarias.

Sin embargo, la realidad es que si Sergio Massa no hubiera accedido a la precandidatura presidencial por Unión por la Patria, su influencia sobre los agentes económicos hubiera sido casi nula. ¿Qué empresario habría mostrado conciliación con su política de precios si no fuera un candidato con posibilidades? ¿Qué acreedor habría refinanciado o abierto una línea de crédito para un gobierno que está de salida?

Por lo tanto, la presión más grande entre los presidenciables con posibilidades recae sobre el actual titular del Palacio de Hacienda. Ha adquirido un respiro hasta las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO) que se realizarán el próximo 13 de agosto, pero debe implementar medidas económicas fundamentales para ser un candidato competitivo en las elecciones generales del 22 de octubre. Para lograrlo, se basará en unos pocos pilares que le permitirán alcanzar su objetivo de llegar a la cima del poder.

Inflación y déficit fiscal: las claves de Massa para convencer al Fondo y llegar a octubre

El requisito principal y previo a cualquier posibilidad de tener un buen desempeño electoral el 13 de agosto es reducir la fiebre inflacionaria. Aunque el intento será más modesto que el prometido y registrado en el Presupuesto Nacional, que prevé un 60% de inflación anual, se espera que el índice de precios se mantenga por debajo del 7% de incremento mensual. En junio, se espera que la inflación sea del 6%, lo cual sentaría las bases para un camino optimista hacia las elecciones generales de octubre.

La población más vulnerable es la que más siente los aumentos de precios, ya que adquiere productos de primera necesidad en comercios con precios minoristas sin controles ni acuerdos. Aunque el mundo financiero y los integrantes del círculo rojo han tomado nota de que los candidatos presidenciales propuestos por las coaliciones políticas son de corte pro-mercado, hay una medida económica ortodoxa que no será adoptada en estos 50 días hacia las PASO y que beneficia a Sergio Massa: la devaluación de la moneda. El gobierno de Alberto Fernández reconoce la necesidad de una devaluación, pero teme el impacto inflacionario que esta medida podría desencadenar y el efecto negativo en las elecciones.

La gestión de Alberto Fernández es consciente de que se necesita estabilizar las variables económicas y reducir el déficit público. Sergio Massa ha dado el primer paso al disminuir el déficit fiscal en términos reales con respecto a 2022. Esto es crucial para lograr un acuerdo con el FMI y desbloquear los desembolsos

al Banco Central. Si Massa logra obtener un nuevo reembolso del FMI, brindaría calma a su gestión económica al menos hasta las elecciones de agosto.

El optimismo de Massa se justifica en el clima político mundial favorable, que incluye el apoyo de presidentes como “Lula” Da Silva de Brasil, Andrés Manuel López Obrador de México y la administración demócrata de Joe Biden. Aunque los mercados están comenzando a observar con interés los activos de los países emergentes, países como Nigeria han optado por devaluar su moneda, mientras que Turquía y Egipto están considerando esta posibilidad adoptando políticas monetarias ortodoxas.

Además, Massa tiene un as bajo la manga para impulsar su candidatura: la inauguración formal del Gasoducto Néstor Kirchner el 9 de julio. Este proyecto clave conecta Vaca Muerta en Neuquén con Salliqueló en Buenos Aires y se llevará a cabo en medio de una gran celebración popular. Durante este evento, se anunciará la reversión del Gasoducto Norte, una obra fundamental para abastecer de gas a las provincias del noroeste afectadas por la declinación productiva en Bolivia. También se trazarán planes para exportar gas de Vaca Muerta a las industrias de Brasil, destacando el ahorro de divisas al no depender de la importación de combustible en buques regasificadores, lo cual agotó en parte las reservas del Banco Central.

En resumen, Sergio Massa se enfrenta a importantes desafíos económicos para fortalecer su candidatura presidencial. La reducción de la inflación, el manejo del déficit fiscal y la obtención de un acuerdo favorable con el FMI son pilares fundamentales en su estrategia. Además, la inauguración del Gasoducto Néstor Kirchner le brinda un impulso adicional. El resultado de estas medidas y eventos determinará su competitividad en las próximas elecciones y su búsqueda por alcanzar la cima del poder.

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