En las últimas horas previas al cierre de las listas de candidatos en la provincia de Buenos Aires, el precandidato Diego Santilli logró sumar el respaldo de varios intendentes del radicalismo. Estas adhesiones fortalecieron la propuesta del santillismo y generaron disputas internas dentro de Juntos por el Cambio.

La UCR, con la mayor cantidad de municipios bajo su gobierno dentro de la coalición, se convirtió en un escenario de enfrentamientos entre las facciones PRO. La incorporación masiva de intendentes radicales a la lista encabezada por Santilli en el último momento fue el resultado de negociaciones intensas realizadas en ese mismo sábado.

Estos acuerdos significaron la pérdida de algunas intendencias para Maximiliano Abad, líder del partido centenario en territorio bonaerense, que se inclinó hacia la propuesta de Patricia Bullrich.

La figura clave en la consolidación del respaldo a Santilli fue Miguel Lunghi, intendente de Tandil, cuya decisión de unirse al santillismo fue fundamental para que otros dirigentes radicales se inclinaran en la misma dirección. Lunghi gobierna el distrito más populoso del radicalismo, con una gran cantidad de electores.

En el marco de estas negociaciones, algunos intendentes buscaron evitar las primarias en sus distritos y optaron por tener ambas boletas de la gobernación y la presidencia en su municipio. En las últimas horas, estas decisiones se terminaron de definir, con dos distritos bajo el liderazgo de Bullrich y uno optando por una boleta corta.

Estas movidas estratégicas en la provincia de Buenos Aires reflejan las tensiones y disputas internas dentro de Juntos por el Cambio de cara a las próximas elecciones. La suma de respaldo de intendentes radicales fortalece la posición de Santilli y plantea un escenario desafiante para Maximiliano Abad y su sector.