De cara a las elecciones del próximo domingo, el diputado nacional y precandidato a gobernador de Córdoba por Juntos por el Cambio, Rodrigo De Loredo, se muestra confiado en liderar el regreso del radicalismo al gobierno de la provincia mediterránea. Sin embargo, enfrenta un desafío importante al competir no solo contra su rival directo Daniel Passerini, sino también contra Martín Llaryora, el futuro líder del peronismo cordobés, quien obtuvo la victoria en las PASO del mes pasado.
Con más de un millón de votantes habilitados, las elecciones en Córdoba se perfilan como un enfrentamiento entre Juntos por el Cambio y el peronismo, representado por Hacemos Unidos por Córdoba, en una disputa que pretende evitar la nacionalización del proceso electoral.
En una reciente entrevista, De Loredo resaltó sus principales propuestas, centrándose en la preocupante inseguridad en la capital. Su objetivo es obtener el traspaso de la Policía provincial, a pesar de la resistencia de Llaryora ante la idea. Además, promete llevar a cabo una masiva eliminación de tasas municipales y una fuerte rebaja en los impuestos locales.
En cuanto a las expectativas de Juntos por el Cambio, De Loredo afirmó que la sociedad está volviendo a escoger la herramienta de cambio que representa el espacio, por encima de las diferencias y disputas internas.
En referencia a la relación entre Córdoba y el kirchnerismo, el candidato sostiene que el distrito es refractario a ciertas políticas del gobierno anterior, las cuales considera perjudiciales para la provincia. Esto ha llevado a una convivencia ambivalente con el peronismo.
De Loredo pertenece a la línea interna radical Evolución, liderada por Martín Lousteau a nivel nacional, y busca el apoyo de los cordobeses para llevar al radicalismo nuevamente al gobierno de la provincia, en medio de una contienda electoral crucial para el futuro político de la región.