Riesgo país en picada: cae a los 1700 puntos y anticipan mayores bajas

La mejora de la calificación crediticia de Uruguay por parte de Moody’s, un hito que no ocurría desde hace una década, ha desencadenado un impacto positivo en los indicadores financieros del país, situando el riesgo país en niveles cercanos a sus mínimos históricos. La decisión de elevar la nota de grado inversor a Baa1, equivalente a BBB+, se fundamenta en el reconocimiento del “cumplimiento continuo de los marcos de política fiscal y monetaria” y en el respaldo a las “instituciones sólidas” que respaldan las reformas estructurales.

Este respaldo internacional ha sido reflejado en la disminución de los spreads soberanos, evidenciada en indicadores clave como el Uruguay Bond Index (UBI) y el Índice de Riesgo Uruguay de la Bolsa Electrónica de Valores (Irubevsa), que han experimentado descensos notables. Asimismo, el Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI) de JP Morgan y el Credit Default Swap (CDS) a cinco años muestran una tendencia a la baja, consolidando la confianza de los inversores en la economía uruguaya.

Moody’s destaca las sólidas instituciones que respaldan las reformas estructurales implementadas en los últimos años, así como el enfoque en tasas de crecimiento sostenido y una fuerte inversión. Además, resalta la fortaleza de las reservas fiscales y colchones externos, junto con prácticas sólidas de gestión de activos y pasivos, como fundamentos clave detrás de la calificación mejorada.

En este contexto, se proyecta que una tendencia de inversión más fuerte respaldará el crecimiento económico y facilitará la consolidación fiscal, estabilizando los indicadores de deuda en los próximos años. Aunque se reconocen desafíos como rigideces estructurales en el gasto público y una proporción relativamente alta de deuda pública en moneda extranjera, la mejora crediticia otorga un impulso significativo para la posición financiera y la percepción internacional de Uruguay.

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