El futuro de la coalición política Juntos por el Cambio está en riesgo de desintegración, a pesar de las afirmaciones de Horacio Rodríguez Larreta, quien insiste en que la unidad no está amenazada. Sin embargo, los indicios apuntan en otra dirección.
Javier Milei felicitó a Jorge Macri y Rogelio Frigerio de PRO por sus victorias en Entre Ríos, y en su discurso repitió la palabra “juntos”, sugiriendo su intención de unificar los votos de La Libertad Avanza y Juntos por el Cambio. Esto podría llevar a una lectura similar a la que hizo Mauricio Macri después de las PASO, afirmando que “más de la mitad del país votó por el cambio” al sumar ambos bloques de votos.
Sin embargo, esta visión no es compartida por los radicales, quienes gobiernan más territorios que PRO y aportaron más votos a la coalición en todo el país. Hace un año, los radicales y la Coalición Cívica forzaron la firma de un documento oficial de Juntos por el Cambio, anticipando que no construirían una alianza electoral con Milei, lo que ahora podría llevar a un cisma inminente.
El PRO también se encuentra en una posición complicada, ya que Horacio Rodríguez Larreta y otros moderados han sido objeto de fuertes críticas por parte de Milei, quien los ha llamado “comunistas de mierda”. Esto podría llevar al PRO a separarse y convertirse en un partido vecinalista del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), especialmente teniendo en cuenta que el partido PRO ganará en la provincia de Entre Ríos, gobernada por Rogelio Frigerio, quien previamente fue considerado parte de una quinta columna en el partido por Mauricio Macri.
Milei, obligado a cambiar su discurso, ya que no cuenta con el apoyo táctico del peronismo, deberá adaptar su mensaje. Sin el “voto útil” proporcionado por el peronismo, se enfrenta a un desafío mayor en la segunda vuelta.
En las próximas semanas, el panorama político se reconfigurará aún más. La gran incógnita es cómo se dividirá el 24% de los votos de Juntos por el Cambio en la segunda vuelta.
En última instancia, esta elección marca el comienzo de una nueva era en la política argentina, con reconfiguraciones en las alianzas y un PRO que debe repensar su estrategia y enfoque ideológico.
Fuente: Perfil