Mientras Milei decide mantenerse activo, desde la Casa Rosada se ha implementado una estricta normativa para los descansos del Gabinete. Los ministros y funcionarios de primera y segunda línea deberán someter sus destinos de vacaciones a aprobación previa para evitar imágenes que puedan ser consideradas frívolas, especialmente en un contexto de ajuste económico histórico. “No les pedimos que veraneen en el país, pero queremos ser cuidadosos con las imágenes que se proyectan,” explicaron desde Balcarce 50.
Destinos como Miami, Nueva York, Punta del Este y ciertos puntos icónicos de Europa están vedados por considerarse incompatibles con el esfuerzo que se está exigiendo a la sociedad. En cambio, destinos más accesibles como Brasil son considerados aceptables. La medida, impulsada por Karina Milei, secretaria general de la Presidencia y hermana del mandatario, busca evitar que se repitan escenas que evocan las “fiestas” de funcionarios de gestiones pasadas.
Karina Milei: la guardiana de la austeridad presidencial
Karina Milei también estará sujeta a las mismas restricciones que los demás funcionarios. Cercanos a la funcionaria aseguran que planea tomarse unos pocos días de descanso después de tres años de intensa actividad, aunque el destino elegido cumplirá con las normas de austeridad que ella misma ayudó a implementar.
Por otro lado, Milei no tiene previsto viajar con su pareja, la actriz y conductora Amalia “Yuyito” González, quien tampoco participará de la temporada teatral. Si llegara a tomarse unos días, los pasaría en la Quinta de Olivos, según fuentes cercanas al presidente.
Próximos compromisos y una agenda internacional clave
Aunque no planea vacaciones, Milei ya tiene en su agenda un viaje a Estados Unidos para asistir a la asunción de Donald Trump, un evento de gran relevancia para reforzar los lazos con los sectores más influyentes de la derecha internacional. Este compromiso reafirma su posición en el escenario global como un referente del liberalismo económico y el nacionalismo soberanista.
¿Compromiso o estrategia?
La decisión de Milei de no tomarse vacaciones puede interpretarse como un gesto de compromiso con la gestión y una manera de consolidar su imagen ante la opinión pública. Sin embargo, también podría responder a una estrategia calculada en la antesala del año electoral, buscando diferenciarse de otros líderes y reforzar su narrativa de austeridad y sacrificio.
El desafío estará en equilibrar esta postura con la necesidad de mostrar resultados concretos en una economía que atraviesa tiempos complejos. Mientras tanto, el presidente se prepara para un verano sin descanso, con los ojos puestos en el horizonte electoral y en los ajustes estructurales que prometen marcar su legado.