El presidente Alberto Fernández viajó acompañado de los ministros Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Matías Lammens (Turismo), con el objetivo de resaltar los buenos resultados de la temporada de verano en la provincia de Entre Ríos. Además, esperaba realizar anuncios de obras entre aplausos.
El presidente Alberto Fernández viajó acompañado de los ministros Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Matías Lammens (Turismo), con el objetivo de resaltar los buenos resultados de la temporada de verano en la provincia de Entre Ríos. Además, esperaba realizar anuncios de obras entre aplausos.
Sin embargo, en todos los puntos por los que pasó la comitiva presidencial debieron desplegarse fuertes operativos de seguridad ante cientos de vecinos que, disconformes por la situación económica actual, decidieron increpar pacíficamente al mandatario.
A su paso se escucharon reclamos e insultos, que impidieron que pudiera saludar a otros militantes presentes. Esto lo obligó, por otro lado, a recorrer la distancia que los separaba entre el helicóptero presidencial y el lugar del acto a alta velocidad.
El presidente Alberto Fernández viajó acompañado de los ministros Gabriel Katopodis (Obras Públicas) y Matías Lammens (Turismo), con el objetivo de resaltar los buenos resultados de la temporada de verano en la provincia de Entre Ríos. Además, esperaba realizar anuncios de obras entre aplausos.
Sin embargo, en todos los puntos por los que pasó la comitiva presidencial debieron desplegarse fuertes operativos de seguridad ante cientos de vecinos que, disconformes por la situación económica actual, decidieron increpar pacíficamente al mandatario.
A su paso se escucharon reclamos e insultos, que impidieron que pudiera saludar a otros militantes presentes. Esto lo obligó, por otro lado, a recorrer la distancia que los separaba entre el helicóptero presidencial y el lugar del acto a alta velocidad.
El clima se enrareció en el momento en el que Alberto Fernández se encaminaba a tomar el vuelo que lo devolvería a la Capital federal, a tal punto que la seguridad presidencial debió hacer uso de la valija con escudo balístico desplegable que forma parte de los equipos de prevención por temor a que alguien intentara atentar contra su integridad física.
La compleja postal, que se viene repitiendo en prácticamente todas sus visitas oficiales, colaboró a profundizar el malestar existente no solo dentro de su círculo íntimo sino también en la provincia gobernada por el oficialismo, ante la posibilidad cierta de que Alberto Fernández decida mantener firmes sus ambiciones de apostar a la reelección.
Fuente: (www.REALPOLITIK.com.ar)