A medida que la campaña para las elecciones presidenciales del 22 de octubre avanza, tanto Patricia Bullrich de Juntos por el Cambio como Sergio Massa del oficialismo están recalibrando sus estrategias para enfrentar al candidato libertario Javier Milei en un posible balotaje.

El equipo de campaña de Massa está considerando una estrategia inspirada en experiencias internacionales, como las de Francia, España y Brasil, donde candidatos disruptivos de extrema derecha han tenido éxito. Sin embargo, esta reorientación ha sido momentáneamente suspendida debido a la urgencia de la crisis económica. Surgieron rumores sobre presiones internas en el oficialismo para que Massa renuncie a su cargo y se dedique por completo a la campaña, pero estas versiones han sido rechazadas por la cartera económica.

Por su parte, Bullrich está manejando su estrategia de manera más cautelosa. Aunque la foto que compartió con su rival de las PASO, Horacio Rodríguez Larreta, marcó un primer paso en su relanzamiento, su equipo advierte sobre la necesidad de no agotar a los votantes con enfrentamientos políticos prematuros. Planean comenzar una confrontación más calculada con Milei, enfocándose en destacar las carencias de sus propuestas.

Bullrich busca retener los votos obtenidos en las PASO y atraer a los seguidores de Larreta. La integración de sus candidatos y su equipo técnico con los de Larreta busca transmitir unidad y liderazgo. Su ajuste discursivo será puntual y moderado, manteniendo su perfil “halcón” mientras resalta las diferencias con el oficialismo y Milei.

En contraste, Massa enfrenta desafíos más complejos. Su posición como ministro de Economía durante la crisis económica es un obstáculo. Aunque planea una estrategia de confrontación contra la extrema derecha, similar a campañas europeas exitosas, su capacidad para tejer alianzas políticas estratégicas y ampliar su base de apoyo antes de octubre se ve limitada. La economía en crisis y la inflación son factores que complican su posición.

En resumen, ambos candidatos están reajustando sus estrategias para enfrentar al candidato libertario Milei en un posible balotaje. Bullrich busca retener sus votos y atraer a los seguidores de Larreta, mientras que Massa apuesta por una estrategia antiextrema derecha. Ambos enfrentan desafíos significativos en medio de una coyuntura económica compleja y una competencia feroz.