Después de más de un año de estancamiento, el proyecto de reforma de la controvertida Ley de Alquileres, promovido por la oposición para volver a los contratos de dos años, ha obtenido media sanción en la Cámara de Diputados. Ahora, la atención se centra en el Senado, donde Juntos por el Cambio está cerca de lograr una mayoría, pero la disputa con el oficialismo presenta un nuevo obstáculo.

En la Cámara de Diputados, donde ninguna facción tiene mayoría, la oposición logró reunir el quórum, rechazar el dictamen del Frente de Todos y aprobar su propio proyecto con 125 votos a favor, 112 en contra y 3 abstenciones. A pesar de las dificultades internas, la unidad entre Juntos por el Cambio y otros diputados permitió este avance.

El proyecto se modificó durante la sesión para garantizar esta mayoría, incluyendo un cambio clave que establece que el ajuste del precio de alquiler se pueda acordar por períodos “no inferiores a los 4 meses”, en lugar de 3 meses como se planteaba antes. Este ajuste desbloqueó desacuerdos internos en la oposición y allanó el camino para su envío al Senado.

Sin embargo, en el Senado, la falta de acuerdo entre el oficialismo y la oposición complica el avance de la reforma. Si bien Juntos por el Cambio cuenta con 33 senadores y el Frente de Todos con 31, la mayoría requerida para aprobar la reforma en el recinto es de 37 votos. Se espera que Juntos por el Cambio busque el apoyo de otros sectores, como el bloque Unidad Federal, para alcanzar esta cifra.

La reforma propuesta busca volver a los contratos de alquiler de dos años y permitir que el ajuste del precio se acuerde por períodos de al menos 4 meses. También establece exenciones impositivas para incentivar la oferta de inmuebles en alquiler. Aunque el proyecto ha logrado avanzar en Diputados, su destino en el Senado es incierto debido a la compleja dinámica política y a los desafíos para conseguir apoyo en las comisiones y en el recinto.