Los ingresos de los trabajadores registrados subieron un 1,5% en términos reales en abril, según datos del Indec, a pesar de una caída acumulada del 13,5% desde diciembre. Los salarios nominales aumentaron un 10,5% frente a una inflación del 8,8%, contradiciendo un comunicado del Gobierno que afirmaba que los sueldos crecían al doble de la inflación.
En abril, los trabajadores del sector privado experimentaron una suba del 2,9% real, mientras que los estatales perdieron un 1,2%. Sin embargo, ambos sectores registraron pérdidas interanuales: 10,8% para los privados y 24,8% para los públicos.
A pesar de la mejoría de abril, la pobreza alcanzó el 55,1% en el primer trimestre y los salarios han retrocedido más del 30% desde fines de 2017. La devaluación de fines del año pasado impactó severamente en el poder adquisitivo, afectando el consumo y la actividad económica.
