Recomendaciones de Harvard para ser más inteligente

Inteligencia: una habilidad deseada por muchos y concretada por pocos. Aunque algunos pueden tener una predisposición natural, hay hábitos, comportamientos, decisiones y actitudes que pueden ayudar a trabajar la inteligencia. Según profesionales de la Universidad de Harvard, es posible adquirir inteligencia por cuenta propia. En su libro “Make it stick: The Science of Successful Learning”, los profesionales Peter C. Brown, Henry L. Roediger III y Mark A. McDaniel brindan recomendaciones para mejorar la capacidad cerebral, la agilidad, la memoria y, como consecuencia de ello, ser más inteligente. La buena enseñanza debe adaptarse creativamente a los distintos estilos de aprendizaje, ya que nadie aprende de la misma manera ni maneja el mismo tipo de inteligencia.

Las recomendaciones de Harvard para desarrollar capacidades incluyen aprender algo nuevo, entrenar el cerebro como si fuera un músculo, repetir palabras en voz alta, escribir y comer con la mano no dominante, involucrar los sentidos y relacionar recuerdos con información nueva.

La teoría de las Inteligencias Múltiples del psicólogo Howard Gardner reconoce la diversidad de habilidades y capacidades y describe la existencia de ocho tipos de inteligencia. Estas son: Inteligencia Visual-Espacial, Lingüístico-Verbal, Lógico-Matemática, Kinestésico-Corporal, Musical, Interpersonal, Intrapersonal y Naturalista. Estos tipos de inteligencia han revolucionado la manera de pensar sobre la educación. Además, Shari Tishman, experta en aprendizaje de Project Zero en Harvard, ha destacado siete tipos de mentalidad que son claves para aprender y pensar de manera efectiva en el mundo actual: ser amplio y aventurero, preguntarse, encontrar problemas e investigar, construir explicaciones y entendimientos, hacer planes y ser estratégico, ser intelectualmente cuidadoso, buscar y evaluar razones y ser metacognitivo.

1. Visual-Espacial

Habilidad que permite observar el mundo y los objetos desde diferentes perspectivas. Las personas con este tipo de inteligencia tienen gran capacidad para presentar ideas en forma visual, crear imágenes mentales, percibir detalles visuales, dibujar y confeccionar bocetos.

2. Inteligencia Lingüístico-Verbal

Relacionada a la capacidad de dominar el lenguaje y poder comunicarse con los demás. No solo hace referencia a la habilidad para la comunicación oral, sino a otras formas como la escritura y la gestualidad.

3. Inteligencia Lógico-Matemática

Durante décadas fue considerada como el estándar para medir la inteligencia en una persona. Como su nombre indica, este tipo de inteligencia se vincula a la capacidad para el razonamiento lógico y la resolución de problemas matemáticos.

4. Inteligencia Corporal-Cinestésica

Compuesta por las habilidades corporales y motrices que se requieren para manejar herramientas o para expresar ciertas emociones. Quienes tienen esta inteligencia cuentan con una mayor facilidad para realizar actividades que requieren fuerza, rapidez, flexibilidad, coordinación óculo-manual y equilibrio.

5. Inteligencia Musical

Es una habilidad natural y una percepción auditiva innata en la primera infancia hasta que existe la habilidad de interactuar con instrumentos y aprender sus sonidos, su naturaleza y sus capacidades. Entre sus habilidades se encuentran la capacidad para escuchar, cantar, tocar instrumentos así como analizar sonido en general y crear música.

6. Inteligencia Interpersonal

Advierte cosas de las otras personas más allá de lo que los sentidos logran captar. Se trata de una inteligencia que permite interpretar las palabras o gestos, o los objetivos y metas de cada discurso. Básicamente evalúa la capacidad para empatizar con las personas.

7. Inteligencia Intrapersonal

Permite comprender y controlar el ámbito interno de uno mismo en lo que se refiere a la regulación de las emociones y del foco atencional. Quienes tienen esta inteligencia son capaces de acceder a sus sentimientos y emociones y reflexionar sobre estos elementos.

8. Inteligencia Naturalista

Permite detectar, diferenciar y categorizar los aspectos vinculados al entorno, como por ejemplo las especies animales y vegetales o fenómenos relacionados con el clima, la geografía o los fenómenos de la naturaleza. Un dato interesante es que fue añadida posteriormente al estudio original sobre las Inteligencias Múltiples, concretamente en 1995. Howard Gardner consideró necesario incluir esta categoría por tratarse de una de las inteligencias esenciales para la supervivencia del ser humano.

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