Debate y Convergencia

Radiografiara de una sociedad deprimida. (Como no agradecerle eternamente a Messi)

Los datos e informes que pasamos a describir a continuación nos dan un somero panorama de algunos de los problemas que afectan a la sociedad argentina.


Según los datos del Observatorio Social de la UCA la población urbana argentina experimenta un aumento en el malestar psicológico, la infelicidad y el déficit de proyectos personales. El malestar psicológico, caracterizado por síntomas de ansiedad y depresión, ha aumentado desde el 2010 hasta alcanzar su pico máximo en el 2020, con un 23,6%, y en 2021 se ubicó en un 20,7%. Además, se ha observado que cuanto mayor es la vulnerabilidad social, económica, residencial, educativa y laboral, mayor es el riesgo de sufrir malestar psicológico.


Por otro lado, el sentimiento de infelicidad también ha experimentado pequeñas oscilaciones desde el 2011, llegando a su nivel más alto en 2020 con un 14,5%, y en 2021 se ubicó en un 13,4%. Se ha observado que las desigualdades socioeconómicas y educativas están asociadas con un mayor riesgo de presentar un sentimiento de infelicidad, y que las personas más vulnerables tienden a presentar un estilo evitativo o pasivo para enfrentar situaciones problemáticas.


En cuanto al déficit de proyectos personales, el porcentaje de personas que indican no tener proyectos en su vida ha aumentado ligeramente desde el 15% en 2010 hasta el 16% en 2021. Esto puede reflejar una falta de motivación o de sentido de propósito en la vida.


En resumen, los datos sugieren que una proporción significativa de la población urbana argentina experimenta malestar psicológico, infelicidad y falta de proyectos personales, y que las desigualdades socioeconómicas y educativas están asociadas con un mayor riesgo de sufrir estos problemas.

La situación descrita tiene serias consecuencias económicas para la sociedad y el país en su conjunto. La alta tasa de desempleo y subempleo inestable afecta negativamente el bienestar de las personas, ya que no solo implica ingresos más bajos, sino también una mayor inseguridad laboral y menor acceso a beneficios sociales y de salud. Además, esta problemática contribuye a la desigualdad económica y social, ya que afecta de manera desproporcionada a los hogares de bajos ingresos, a las mujeres y a los jóvenes.


En términos macroeconómicos, la falta de empleo de calidad y la baja participación en el mercado de trabajo pueden afectar negativamente el crecimiento económico y el desarrollo del país, ya que reduce la capacidad de las personas para consumir y contribuir a la producción y la innovación. Además, la falta de empleo de calidad también puede generar mayores niveles de informalidad y economía sumergida, lo que a su vez puede contribuir a la evasión fiscal y la corrupción.


En resumen, la alta tasa de desempleo y sube. El empleo inestable descrita en el informe tiene serias consecuencias económicas y sociales, que requieren de políticas públicas y medidas efectivas para abordar esta problemática y mejorar el bienestar de las personas y el desarrollo económico del país.

A menudo, los políticos están más preocupados por mantenerse en el poder que por hacer lo que es mejor para la población.


En cuanto a la reconstrucción de nuevos parámetros, se necesita un cambio de enfoque en la política y en la cultura en general. Necesitamos recuperar los valores de trabajo, compromiso y empatía, y reconsiderar la función pública como un servicio en lugar de una forma de obtener poder o beneficios personales. Este cambio no sucederá de la noche a la mañana, pero es importante comenzar a construir una cultura de responsabilidad y servicio en todos los niveles de la sociedad.


El oficialismo es rehén del futuro judicial de la vicepresidenta, por lo cual la argentina parece girar en rededor de ella y su familia como primera urgencia, saltar ese obstáculo y dejar que la justicia actué es propio de los sistemas civilizados. Los políticos deben estar al servicio de la gente concentrados en el futuro de la nación y en la felicidad de su pueblo, no es de otra forma como se debe entender la función pública.

Aunque no lo parezca, o que su reacción se demore, la gente observa atenta, tanto a los que hoy nos hunden en el fracaso, como a aquellos que desde la oposición nos prometes un futuro mejor.

Basado en datos de la UCA

Osvaldo González Iglesias – Editor

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