El mandatario riojano, Ricardo Quintela, había anunciado su renuncia en caso de no obtener la victoria el 22 de octubre, asegurando que la falta de recursos y fondos para la provincia lo llevarían a tomar esa decisión. Sin embargo, tras la victoria de Javier Milei en el balotaje, que también incluyó el triunfo en La Rioja, Quintela se retractó de su postura inicial.
Minutos antes de las 23 horas, Quintela declaró que cumplirá “el rol que el pueblo le asignó”, felicitando al nuevo presidente electo y deseándole éxito en su gestión. Expresó su disposición a ser una oposición responsable, abierta al diálogo y en defensa de los intereses de los argentinos, marcando un giro inesperado tras el resultado electoral.
El gobernador, que en abril había sido reelecto con el 50,6% de los votos, se vio sorprendido por los resultados de las PASO y luego por el triunfo de Massa en octubre, revirtiendo así la tendencia previa que lo colocaba como favorito. A pesar de sus declaraciones anteriores sobre la inviabilidad del distrito sin apoyo nacional, ahora se compromete a desempeñar un papel opositor responsable.
Quintela reconoció el resultado y se mostró dispuesto a trabajar desde la oposición, agradeciendo a Massa y reafirmando la convicción en su propuesta que abraza la protección de la industria, el trabajo nacional, los derechos humanos, la salud y educación pública, y la defensa del federalismo.
La victoria de Milei en La Rioja, respaldada incluso por dirigentes provinciales como Martín Menem, sobrino del expresidente, ha marcado un cambio de rumbo en el escenario político de la provincia. A pesar de las tensiones previas y las expectativas de Quintela, el resultado electoral lo lleva a adaptar su postura y trabajar desde un rol de oposición en el nuevo contexto político.