La presión sindical ha aumentado en las últimas semanas debido al incumplimiento por parte del ministro de Economía, Sergio Massa, de girar a las prestadoras médicas unos $9.000 millones por mes para abordar el déficit que enfrentan debido al aumento de los gastos por discapacidad. Estos gastos representan actualmente el 75% de los ingresos del Fondo Solidario de Redistribución (FSR), que financia el sistema.

Según las proyecciones realizadas por la conducción de la CGT, las obras sociales sindicales acumularán este año un déficit de más de $132.600 millones. Desde la central obrera, advierten que la situación es crítica y que el sistema está prácticamente quebrado. Por lo tanto, están presionando para tener un encuentro con el ministro de Economía apenas regrese al país tras su visita oficial a China, con el objetivo de obtener un auxilio financiero urgente del gobierno que evite el colapso del sistema.

En la CGT señalan que, desde la gestión de Massa, el Presupuesto votado por el Congreso incluyó una partida extraordinaria de $148.000 millones destinada al Ministerio de Salud, encabezado por Carla Vizzotti. Estos fondos estaban destinados a financiar el pago de servicios educativos y de transporte para los afiliados discapacitados de las prestadoras médicas de los gremios. Sin embargo, hasta ahora no han recibido ningún peso de esos recursos, lo cual ha generado críticas hacia el ministerio de Salud por parte de los sindicalistas, acusándolos de inacción y de lavarse las manos.

En los primeros cinco meses del año, el gobierno solo distribuyó $14.000 millones entre las obras sociales, correspondientes a transferencias demoradas de 2022. Además, se acumuló una deuda de $38.000 millones por falta de reintegro de tratamientos médicos de alta complejidad pagados por las entidades sindicales. Ante esta situación, la CGT ha solicitado una reunión urgente con el ministro de Economía y espera que se concrete después de su regreso de China.

Los sindicalistas confían en que la intervención de Massa pueda destrabar las gestiones con el Ministerio de Salud y acelerar la distribución de los fondos. Actualmente, una parte del déficit se está cubriendo con recursos transferidos por los sindicatos a las obras sociales, pero advierten que esta situación es insostenible a mediano plazo.

Según los cálculos de los gremios, se espera recaudar este año $306.346 millones para el FSR, que se financia con un porcentaje de los aportes y contribuciones a la seguridad social. Estos recursos deben cubrir los pagos de los subsidios automáticos del sistema y los gastos por discapacidad, lo que resultará en pérdidas acumuladas por $132.610 millones al final del año. Sin la asistencia comprometida, el sistema estará prácticamente quebrado, según afirmó José Luis Lingeri, quien encabeza la secretaría de Acción Social de la CGT.