Durante el primer trimestre de 2023, el Producto Interno Bruto (PBI) registró un crecimiento superior a las previsiones iniciales, según informó el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC). El crecimiento interanual fue del 1,3%, mientras que en comparación con el último trimestre de 2022, el crecimiento desestacionalizado alcanzó el 0,7%. Sin embargo, estimaciones privadas sugieren que a partir de abril podrían surgir indicios de una desaceleración en los niveles de actividad económica. La consultora LCG proyecta un crecimiento nulo para este mes, indicando una variación en torno al 0% anual.
Desde la consultora ACM, por otro lado, destacan que los datos del primer trimestre superaron las expectativas del mercado y que aún no se observa la desaceleración esperada en la actividad económica. Sin embargo, anticipan que el segundo trimestre podría verse afectado por el impacto negativo del sector agrícola, ya que es en esta etapa cuando se lleva a cabo la mayor parte de la cosecha de soja y maíz.
Además, se plantea la posibilidad de que la escasez de divisas y las mayores restricciones en el acceso a importaciones afecten el suministro de insumos para la industria, lo cual podría repercutir en la producción. Todo esto ocurre en un contexto de incertidumbre electoral, que podría generar desincentivos al consumo y la inversión. Según las proyecciones de ACM, se estima una caída del PBI cercana al 2% para este año.
Según el Índice General de Actividad elaborado por la consultora Orlando Ferreres, la tendencia negativa en la actividad económica se afianza en mayo, registrando una contracción del 1,1% en comparación con abril en términos desestacionalizados. Se destaca que el sector agrícola atraviesa su peor momento del año, lo que afecta a sectores relacionados como la industria y el transporte. En el comercio, se observa una marcada diferencia entre el rubro mayorista en contracción y el minorista con tasas de crecimiento elevadas.
En cuanto a las proyecciones a futuro, se espera que la actividad económica continúe con la tendencia contractiva, y se enfatiza la importancia de la gestión política en los últimos meses de gobierno y en el traspaso de poder. Desde la consultora Sarandí se destaca que la actividad económica es el pilar más sólido de esta administración, a pesar del impacto de la sequía que se prevé que se sienta con mayor intensidad en lo que resta del año.
En mayo, algunos indicadores sectoriales muestran una tendencia positiva en ciertos rubros. Por ejemplo, la producción de acero creció un 2,8% en comparación con abril, según datos de la Cámara del sector. Además, la producción de vehículos registró un incremento interanual del 14,8% y acumuló una mejora del 24% en los primeros cinco meses del año, según Adefa.