La declaración de Patricia Bullrich y Mauricio Macri en apoyo a Javier Milei de cara a la segunda vuelta electoral ha generado tensiones en el seno de Juntos por el Cambio. El futuro del interbloque en la Cámara de Diputados se encuentra en un estado de desconcierto, y los legisladores del PRO, la Coalición Cívica y el radicalismo esperan una reunión de líderes partidarios que aclare la situación.

Algunos miembros del PRO, que ya no estarán en la Cámara baja a partir del 10 de diciembre, ven posible una fractura en el interbloque y consideran que sería preferible que ocurriera lo antes posible. Señalan que el PRO originalmente era un partido liberal y que algunos miembros han ido cambiando su enfoque con el tiempo.

Por otro lado, entre los radicales prevalece una perspectiva más sombría, ya que consideran que es preferible mantener un interbloque grande y unificado para disputar posiciones de poder en la próxima legislatura. Aunque descartan rupturas o cambios inmediatos, reconocen que la convocatoria a una sesión por parte del oficialismo podría complicar la unidad en la recta final de la campaña.

En la Coalición Cívica, algunos miembros lamentan la implosión de la oposición, la cual consideran que podría quedar fragmentada y debilitada, incluso si Sergio Massa gana la elección.

El Frente de Todos observa con calma la situación y apunta a sesionar antes del balotaje, posiblemente el miércoles 8 o el jueves 9 de noviembre. Consideran temas como el Financiamiento Educativo y medidas contra el Negacionismo para confrontar con los libertarios y poner en aprietos al resto de la oposición.

En medio de este escenario de tensiones y divisiones, la oposición se enfrenta a un panorama incierto que podría influir en el resultado del balotaje.