Por Siro Darlan –
El 13 de julio se cumplen 34 años de la publicación del Estatuto del Niño y del Adolescente.
Esta es una ley de oro porque marca el inicio de un camino para transformar a los niños brasileños de objetos de caridad pública a sujetos de derechos y ciudadanos como todos los nacidos en este país. Ninguna ley es mágica, capaz de transformar la realidad en deseos legislados. La Ley 8069/90 traduce la regulación de los derechos fundamentales contenida en la Constitución Federal de 1988 en su art. 227. Cambia sustancialmente el tratamiento que se debe dar a los niños, niñas y adolescentes al sustituir la doctrina de situación irregular entonces vigente por la doctrina de protección integral. Establece varios principios y normas que tienen como objetivo garantizar la protección, el desarrollo y el bienestar de los niños en todo el país.
Después de 34 años, aún queda mucho por hacer para llevar la letra de la ley a nuestra realidad cuando la Constitución establece que la familia, la sociedad y el Estado tienen el deber de garantizar a los niños el derecho a la vida y a la salud. Esto incluye el acceso a la atención médica, la prevención de enfermedades y la garantía de un entorno seguro para un crecimiento saludable. Según esta norma, todo niño debe ser tratado y cuidado con absoluta prioridad para que no sufra abandono o violencia que perjudique su salud y se garantice su vida.
En segundo lugar, la educación es un pilar esencial para el desarrollo de los niños. El FC garantiza el acceso a la educación primaria gratuita y obligatoria, con calidad y equidad, asegurando que todos los niños tengan la oportunidad de aprender y desarrollarse. El legislador debió agregar que esta educación debe ofrecerse a tiempo completo y de manera integral, porque la práctica ha sido muy refrescante y los niños necesitan tener su tiempo de estudio lo más completo posible para que tengan la posibilidad de competir con otros que estudiar con mayor amplitud y calidad de enseñanza.
La experiencia de los CIEP en Río de Janeiro demostró que está pasado de moda mantener a los estudiantes en las actividades escolares sólo durante una parte del día.
SIRO DARLAN – Abogado y Periodista; Editor y Director del Jornal Tribuna de Prensa Libre; Ex juez de Segundo Grado del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro (TJRJ); Especialista en Derecho Penal Contemporáneo y Sistema Penitenciario por ENFAM – Escuela Nacional de Formación y Perfeccionamiento de Magistrados; Maestría en Salud Pública, Justicia y Derechos Humanos de la ENSP; Postgrado en Derecho de la Comunicación Social en la Universidad de Coimbra (FDUC), Portugal; Coordinador Río de la Asociación Jueces por la Democracia; Asesor Eficaz de la Asociación Brasileña de Prensa; Benemérito Asesor del Club Flamengo Regatas; Miembro de la Comisión de la Verdad sobre la Esclavitud de la OAB-RJ; Miembro del Comité de Criminología del IAB. Por buenas prácticas profesionales, en 2019 recibió el Premio en Defensa de la Libertad de Prensa, del Movimiento Sindical y del Tercer Sector, una alianza entre el Jornal Tribuna da Imprensa Livre y la OAB-RJ. Envía tu texto a mazola@tribunadaimprensalivre.com o siro.darlan@tribunadaimprensalivre.com
