El presidente Javier Milei ha firmado un decreto conjunto que otorga al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, poderes significativos sobre las empresas estatales. Esta medida confiere a Posse la autoridad para nombrar y remover directores, tomar decisiones sobre gastos, planes de inversión y asignaciones de fondos del Tesoro a empresas con participación estatal. La finalidad principal de esta decisión es reducir el déficit y fomentar un proceso de privatización, al concentrar estos poderes en una persona de confianza del presidente.

El decreto consta de ocho artículos que confieren a la Secretaría de Empresas y Sociedades del Estado, bajo la Jefatura de Gabinete, la capacidad de tomar decisiones sobre la gestión cotidiana, directores e interventores de empresas estatales, ya sean estas 100% estatales o con participación mayoritaria o minoritaria del Estado. Esta medida tiene implicaciones en empresas como ENARSA, Banco Nación y YPF, entre otras. La medida refuerza el rol de controlador financiero de Nicolás Posse en el Gobierno y consolida su responsabilidad en la reducción del déficit ocasionado por empresas estatales, además de promover las privatizaciones. Asimismo, implica la revocación generalizada de directores y subordina a los ministerios que poseen acciones de empresas estatales a la Jefatura de Gabinete.

Este empoderamiento de Posse es coherente con la narrativa gubernamental más amplia que busca reducir el tamaño del Estado, incentivar la actividad privada y fomentar el libre mercado con mínima intervención estatal. Este decreto es una consecuencia directa de las políticas de desregulación económica y privatización que han sido impulsadas por Milei desde el inicio de su mandato. Entre las empresas que podrían ser parte de un proceso de privatización se encuentran YPF, Aerolíneas Argentinas, AySA, Banco de la Nación Argentina, Radio y Televisión Nacional, así como otras 37 empresas más.