En su versión digital, el diario alemán Welt analiza las consecuencias para Europa del giro hacia la izquierda en América Latina.
“Ahora que (Gustavo) Petro asumió la presidencia, por primera vez, Colombia pasa a formar parte de los países latinoamericanos con gobiernos izquierdistas. En caso de que, en octubre, el populista de izquierda Lula da Silva también releve al político de extrema derecha Jair Bolsonaro, en Brasil, como auguran las actuales encuestas, con Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México, las cinco mayores economías de la región tendrían gobiernos de izquierda. Los primeros expertos ya hablan de una ‘República Popular de América Latina’. Y eso también tendría consecuencias para Europa y Estados Unidos.
En la lucha global por el reparto de poderes, sobre todo China goza de ventajas estratégicas. En América Latina, Pekín no tiene que asumir la responsabilidad de una historia colonial injusta. La superpotencia de Asia sigue fortaleciendo tranquilamente sus relaciones comerciales y ampliando su esfera de influencia, mientras que Europa carece de una estrategia convincente para la región (…) El nuevo poder de la izquierda en América Latina ya impulsa grandes ideas, que tienen en común una cosa: expresar su nueva independencia de Occidente.”
Acercamiento entre Colombia y Venezuela
El periódico alemán Frankfurter Allgemein Zeitung aborda las nuevas relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela.
“El nombramiento de embajadores forma parte de la rutina diplomática, sobre todo cuando se trata de países vecinos. No obstante, en el caso de Colombia y Venezuela, se podría hablar de un acto casi histórico. Pocos días después de la toma de juramento de Gustavo Petro, el primer presidente de izquierda de Colombia, su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, anunció que volvería a enviar a un embajador a Colombia. (…) Además, ambos gobiernos planean reabrir la frontera común de más de 2.200 kilómetros de largo y reactivar el comercio bilateral. (…)
Washington seguramente sigue atentamente el acercamiento entre Colombia y Venezuela. Según algunos observadores, en su calidad de exmiembro de una guerrilla urbana y admirador del difunto Hugo Chávez, Petro podría convertirse, por su gran afinidad ideológica, en mediador entre Estados Unidos y Venezuela. (…) Pese a su cercanía, Petro tiene una mirada crítica sobre el régimen de Maduro, que ya ha criticado abiertamente (…)
Sin embargo, pese a todas las ambiciones, el presidente colombiano debe seguir siendo cauteloso. En caso de que la reanudación de las relaciones con el país hermano lleve a una aprobación del curso autoritario y antidemocrático del régimen de Maduro, Petro se enfrentará a una oposición en su propio país y en el exterior.”
Honduras y la lucha contra la corrupción
Por su parte, el rotativo suizo Neue Zürcher Zeitung pone el foco sobre la política anticorrupción de Washington en Honduras.
“Desde enero de este año, Xiomara Castro, la esposa de (Manuel) Zelaya, está en el poder en Honduras. La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, viajó a su toma de juramento, y se habló de una reanudación de las relaciones bilaterales.
(…) Más tarde, el 20 de julio, el Departamento de Estado de Estados Unidos publicó su ‘Lista Engel’, en la que incluía algunos nombres conocidos del gobierno de Castro. En esa lista se nombra a personas consideradas corruptas y antidemocráticas, que son sancionadas. (…) Washington parece temer que Xiomara Castro use la lucha anticorrupción para los fines de su partido. Al mismo tiempo, EE. UU. debe tener cuidado de no perder a Honduras como aliado en la lucha contra la migración.”
(ers)
