Debate y Convergencia

Por qué la nave espacial Starship es una máquina impresionante

Salir de la Tierra y volver, ir a la Luna y volver, ir a Marte y volver: todo con el mismo cohete. ¿Es posible? Todavía no. Pero SpaceX, la NASA y Elon Musk trabajan para que lo sea. Y confían que será más pronto que tarde. El lanzamiento de prueba de la gigantesca Starship de este jueves marcó el comienzo de la siguiente etapa de la exploración espacial, que comenzó con una explosión aplaudida y se espera que termine con el ser humano poniendo un pie en Marte.

El cohete Starship de SpaceX es considerado el cohete más poderoso del mundo, y su despegue exitoso en sí mismo es una hazaña notable debido a su gran escala. La complejidad del diseño y la ingeniería involucrados en el desarrollo de esta nave de gran envergadura sorprendieron a observadores de cohetes y expertos espaciales, que se maravillan con cada paso adelante que da la empresa de Elon Musk.

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Según los objetivos que se plantearon la NASA y SpaceX, la primera Starship tripulada saldrá de la Tierra el año que viene, mientras que esperan la vuelta a la Luna a finales de 2025, la primera en más de 40 años. Después, para la próxima década, el objetivo máximo es Marte. Todavía faltan millones de dólares, miles de pruebas y cientos de investigaciones. Pero si hay algo en lo que casi todos concuerdan es que este camino es el correcto.

Cómo es la nave Starship de SpaceX

En cuanto a su tamaño, el aparato es gigante. Junto al módulo Super Heavy, responsable del despegue, la Starship llega a medir 120 metros de altura, lo que hace a la máquina el cohete más grande jamás construido. Según recopiló el canal de YouTube Mundo de Aviación, es aún más grande que el Saturn V (110 metros) y el SLS Block-2 (111 metros). Para comparar en un mundo más terrenal, la Starship tiene la misma altura que un edificio de 30 a 35 pisos.

No solo es su altura y su anchura (9 metros), sino también su peso. Con una carga máxima, la Starship puede llegar a pesar 5.000 toneladas (5 millones de kilos). Gran parte de ese peso es del Super Heavy (3.400 toneladas), mientras que la Starship tiene una masa bruta de 1.320 toneladas. Sin embargo, si se la vacía, pesa solo 120 toneladas. Todo ese peso tiene una justificación: es la nave que más peso puede llevar al espacio de toda la historia.

La comparación de la Starship con otras naves

El módulo 1 se desacopla una vez terminado el despegue, que es cuestión de minutos, mientras que la Starship es la que hará todo el recorrido hasta la Luna, ida y vuelta. ¿Por qué el Super Heavy pesa tanto si se usa tan poco? Según Mundo de Aviación, lo más difícil de conseguir es que la nave se despegue del suelo. Una vez hecho eso, será más liviana con cada metro que se eleve. Por eso, SpaceX usa 3.400 toneladas de Métilox, el combustible formado por oxígeno líquido y metano líquido, para alimentar los 28 motores Raptor que propulsarán al cohete fuera del planeta.

El espacio para la tripulación y la carga tiene 9 metros de ancho y 18 metros de alto, es decir, 1.000 metros cúbicos de espacio utilizable. El objetivo final, una vez realizadas varias mejoras, es cargar más de 100 tripulantes y 150 toneladas en un viaje ida y vuelta al planeta rojo. Para comparar, un transbordador podía llevar solo 24 toneladas y unos cinco miembros de la tripulación.

El ahorro, la ciencia más compleja

La revolución del Starship no solo pasa por algunas de sus capacidades técnicas, sino porque, además, permite ahorrar una cantidad gigante de dinero. Solo entre 1960 y 1973, la NASA gastó 283.000 millones de dólares en exploración espacial. Desde ese momento hasta ahora, el gasto total es casi incalculable.

“La clave está en la reutilización de los cohetes“, explicó el canal de YouTube. Si todo sale acorde a los planes, una misma nave podría usarse hasta 50 veces. Acá también entra en juego los propulsores Raptor. Aunque no son los más potentes ni los más eficientes, sí son los más convenientes. ¿Por qué? Hay tres razones principales:

  • El motor Raptor es más fácil de controlar térmicamente, crucial para viajes largos como Marte.
  • Usa metano, que se quema de forma mucho más limpia, es decir, menos mantenimiento.
  • Lo más importante: disminuye tremendamente los costos por kilogramo para enviar carga al espacio. Mientras que el Merlin cuesta 117 dólares por kilonewton de empuje de vuelo (kn) y el RS-25 cuesta USD 1414 por kn, el Raptor cuesta solo 20 dólares por kn.

Además, el Super Heavy puede volver a la misma plataforma de lanzamiento, algo que los Falcon 9 no hacían, sino que se dirigían a otros sitios de aterrizaje. Esto disminuye aún más los costos.

Entre otras características, la Starship tiene un material especial de acero inoxidable —en vez de los clásicos aluminio y carbono— que hace que funcione mucho mejor con el inmenso calor creado durante el regreso a la atmósfera a más de 30.000 km/h.

Es una máquina impresionante haciendo cosas que hasta hace poco se creían imposibles. El proyecto estuvo plagado de problemas, pero lo importante es que fueron valiosas lecciones que superar. No había visto antes proyectos con tantas explosiones y que después esos cohetes sean un éxito”, concluyó Mundo de Aviación. Las ilusiones por llegar a Marte nunca fueron tantas. 

Fuente: BAE, Argentina.

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