De acuerdo a los últimos datos oficiales disponibles, algunos indicadores de consumo masivo se encontraban en terreno positivo al finalizar el primer trimestre. Sin embargo, distintos analistas estiman una retracción de cara a los próximos meses.
Según informó el INDEC, en marzo las ventas en supermercados acumularon una suba de 1,9% en el primer trimestre frente al mismo período del año anterior. En la misma línea, en los autoservicios mayoristas la mejora fue del 1,4% en los primeros tres meses. Sin embargo, a partir del salto inflacionario de marzo y abril, las perspectivas a futuro en cuanto al consumo masivo son otras.
Por caso, de acuerdo al relevamiento de Scentia, en el cuarto mes del año la variación interanual fue negativa (0,3%) y acumuló una caída de 0,5% en los primeros cuatro meses. Aunque, según detalló la firma, es muy marcada la brecha entre los distintos canales: mientras crecen las grandes superficies, caen los comercios de cercanía.
Las proyecciones a futuro marcan que el consumo masivo tenderá a continuar desacelerándose e incluso cerraría el año en terreno negativo. Según Osvaldo del Río, director de Scentia, se estima una caída entre 1 y 3% para este año, lo que implicaría una pérdida de lo recuperado el año anterior. Del Río también destacó que el segundo semestre será más complicado en cuanto a las cifras debido a la comparación con bases más altas, especialmente en supermercados. Aunque no se espera una disminución en los supermercados, se espera una desaceleración en su crecimiento.
La brecha de precios entre las grandes superficies y los autoservicios de cercanía se estima que cerraría este año en torno a los 30 puntos. El Gobierno anunció el lanzamiento de Precios Justos para los comercios de barrio, una iniciativa que busca mantener los valores de referencia en algunos productos de primera necesidad, similar a lo que ya ocurre en los supermercados.
Los analistas no vislumbran una recuperación del consumo masivo en el futuro cercano. Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market, señaló que aunque pueda haber mejoras estacionales debido al aguinaldo, la pérdida del poder adquisitivo continúa siendo evidente en los productos de la canasta básica, que han experimentado aumentos de doble dígito en mayo. Di Pace ve difícil una marcada recuperación del consumo masivo en estas condiciones, ya que la inflación se mantiene en niveles altos y afecta el poder adquisitivo.
Aunque se espera una moderación en los niveles de inflación para junio, el piso seguirá siendo elevado. En mayo, el IPC general se desaceleró a 7,8%, pero el capítulo de “alimentos y bebidas” registró una variación mensual del 5,8%. En los primeros cinco meses del año, los alimentos subieron un 7% por encima del Nivel General, lo que refleja la ineficacia del programa Precios Justos como política desinflacionaria,