Debate y Convergencia

Otro sábado de protestas contra la reforma judicial en israel

En una nueva jornada de protestas contra la reforma judicial impulsada por el gobierno de Benjamin Netanyahu, cientos de miles de israelíes se manifestaron en las principales ciudades del país, marcando la decimosexta jornada de rechazo a la embestida contra la justicia. Las multitudinarias protestas se llevaron a cabo a tres días de que Israel celebre su “Día de la Independencia”, el 75º aniversario de la fundación del Estado, y en la víspera del Día de los Caídos.

En Tel Aviv, la manifestación congregó a más de 110 mil personas, mientras que en Jerusalén, Haifa, Beersheba, Netanya, Ashdod, Beit Shemesh, Kfar Saba o Bat Yam también hubo manifestaciones.

Los organizadores de las protestas expresaron que “al continuar con el golpe judicial, el gobierno está abriendo una grieta más profunda dentro de la sociedad israelí, dañando la economía y dañando la seguridad de Israel”. Pese a que Netanyahu congeló la reforma a finales de marzo para buscar una propuesta consensuada con la oposición, las conversaciones al respecto auspiciadas por el presidente Isaac Herzog se han sucedido durante todo abril sin indicios claros de acuerdo. Los convocantes mantienen su pulso en las calles hasta que sea enterrado definitivamente el planteamiento inicial de la reforma, que pretendía socavar la independencia de la Justicia y la separación de poderes al dar al Ejecutivo y Legislativo más control.

Uno de los aspectos que más preocupa a los israelíes sobre la reforma es la ley de selección de jueces, que da al Gobierno un poder casi total sobre el comité que los nomina. La reforma ha puesto en jaque al gobierno de Netanyahu, que ha perdido gran parte de su respaldo social. Según una encuesta publicada este fin de semana por la emisora pública Kan, un 53% de ciudadanos cree que la reforma judicial es perjudicial para el país, y un 60% dijo no sentirse representado por el Ejecutivo.

Otro sondeo publicado por el diario Maariv muestra que la actual coalición liderada por Netanyahu no revalidaría el gobierno si se celebraran hoy elecciones, sumando solo 47 escaños frente a los 64 que tiene hoy en una Knéset de 120 diputados. El Likud, el partido de Netanyahu, no sería el más votado, con solo 26 escaños, y sería sobrepasado con un diputado más por el partido de centro-derecha Unidad Nacional, liderado por el ex ministro de Defensa, Benny Gantz. Las formaciones que hoy conforman el bloque opositor aglutinarían 68 diputados, una mayoría suficiente para gobernar, con Gantz al frente, quien es visto como una figura moderada y de centro.

Con información de EFE

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