Luego de que el presidente Javier Gerardo Milei oficializara el veto a la Ley de Financiamiento Universitario, que había sido aprobada por el Congreso, los bloques opositores aceleraron las negociaciones para convocar a una sesión especial el miércoles 9 de octubre con el objetivo de revertir la decisión del mandatario. Inicialmente, la sesión estaba prevista para la semana del 16, ya que varios legisladores tenían compromisos internacionales, pero la confirmación del veto impulsó a los líderes de la oposición a adelantar los trámites para revertirlo lo antes posible.
En una muestra de unidad poco común, referentes de todo el arco político, como Cristina Kirchner, Horacio Rodríguez Larreta, Elisa “Lilita” Carrió, Maximiliano Ferraro, Juan Grabois, Martín Lousteau, Myriam Bregman, y líderes de organizaciones sindicales como la CGT y la CTA, se pronunciaron en contra del veto de Milei. Un diputado opositor, que anticipa votar contra el veto, explicó: “No hay grietas en este tema. La posibilidad de que Milei pierda esta votación es muy real si la oposición se mantiene unida.”
División en el PRO y el dilema del veto
Dentro del PRO, sin embargo, las posturas no son homogéneas. Mientras que un sector del partido trabaja activamente para sostener el veto presidencial, otro está buscando formas de disminuir la cantidad de legisladores presentes en la sesión, lo que podría facilitar que la oposición obtenga los dos tercios necesarios para revertir el veto. Según una diputada radical, “algunos en el PRO no están de acuerdo con apoyar el veto. Esto no significa que voten en contra, pero podrían optar por ausentarse, lo cual reduciría el número de votos necesarios para revertir la medida”.
Cristian Ritondo, jefe del bloque del PRO, señaló que la decisión final aún no ha sido tomada, y que el bloque definirá su postura en función de los números que logre reunir la oposición en los próximos días.
El impacto de la movilización universitaria
Horas después de una multitudinaria marcha al Congreso en defensa del financiamiento universitario, Milei decidió vetar sin contemplaciones la ley que buscaba incrementar los fondos para las universidades nacionales. La marcha contó con la participación de rectores, docentes, alumnos y no docentes de todo el país, quienes se manifestaron masivamente contra las políticas de ajuste del gobierno de Milei en el ámbito educativo.
El ecosistema universitario ha generado una presión significativa sobre los legisladores. “Este no es un tema fácil para muchos diputados. Muchos de ellos son profesores universitarios, y no es sencillo volver a tu universidad y ver tu cara empapelada como alguien que votó contra la educación pública”, señaló una legisladora que también ejerce como profesora universitaria. Esta presión ya se había manifestado en abril, cuando miles de personas marcharon a Plaza de Mayo, y nuevamente se hizo evidente en la movilización de ayer frente al Congreso.
La importancia de la asistencia en la sesión
Uno de los puntos clave en esta situación es que, para revertir el veto, la oposición necesita reunir dos tercios de los votos de los presentes en la sesión. Esto implica que la presencia o ausencia de legisladores será crucial, ya que una menor cantidad de asistentes facilita que la oposición alcance el número necesario de votos para insistir con la ley. En este contexto, los diputados que impulsaron la medida, entre ellos los del bloque radical, Unión por la Patria, Hacemos Coalición Federal, la Coalición Cívica y la izquierda, se mantienen firmes en su postura de apoyar la insistencia en la ley.
El bloque de Innovación Federal, por su parte, también anunció que sus 8 diputados votarán a favor de revertir el veto de Milei, lo que suma aún más presión sobre el oficialismo y el PRO para definir su postura en los próximos días.
Con un escenario cada vez más polarizado, las próximas semanas serán decisivas para el futuro de la Ley de Financiamiento Universitario y para la relación entre el gobierno de Milei y un sector clave como el educativo, que ha mostrado su fuerza y unidad en defensa de la universidad pública y el sistema científico del país.