Después de que se extendieran rumores sobre saqueos y robos en Mendoza y Córdoba, la psicosis se propagó por el Conurbano de Buenos Aires, resultando en un efecto contagio que inició con el cierre de persianas en centros comerciales y culminó en robos en supermercados de diversas localidades como José C. Paz, Moreno, Tigre, Escobar y Merlo. Un policía se encuentra en estado grave debido a una herida de arma blanca. El Ministro de Seguridad, Sergio Berni, confirmó 56 detenciones en relación con estos incidentes, mencionando que los hechos parecen estar “coordinados” y que podrían considerarse “robos en poblado en banda” con penas de hasta 15 años de prisión.
La psicosis se expandió en el Gran Buenos Aires con la circulación de videos caseros y mensajes en redes sociales que aumentaron el temor de saqueos, aunque algunos de estos videos resultaron ser falsos. Hubo intentos de saqueo en varios supermercados de diferentes localidades, lo que generó un clima de tensión.
Las autoridades locales y nacionales respondieron de manera variada ante la situación. Algunos municipios emitieron comunicados desmintiendo los disturbios, mientras que otros reportaron intentos de vandalismo. El intendente de Mar del Plata, Guillermo Montenegro, emitió un mensaje contundente contra los intentos de saqueo y afirmó que no permitiría que un grupo de delincuentes generara terror en la ciudad.
La cadena española Día, cuyas sucursales fueron objetivo de los incidentes, no emitió comentarios al respecto. Por su parte, el gobierno nacional está evaluando la creación de un comando unificado con fuerzas federales y locales para abordar la situación.
El clima de alarma y los intentos de saqueos han generado una respuesta contundente de las autoridades y una preocupación generalizada en el Conurbano y otras áreas afectadas, así como un debate sobre cómo abordar y prevenir este tipo de situaciones en el futuro.