El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció este lunes 20 de diciembre una serie de reformas estructurales para el sector alimentario, enmarcadas en el Decreto 35/2025, publicado en el Boletín Oficial. Según esta normativa, todos los alimentos, condimentos, bebidas, materias primas y aditivos alimentarios que se elaboren, transporten, expendan o se importen en Argentina deberán cumplir con las exigencias establecidas en el Código Alimentario Argentino (CAA).
La medida también incluye productos importados, que deberán ajustarse a estas regulaciones para su comercialización en el país. Paralelamente, el Gobierno ha eliminado regulaciones y trámites vinculados a la exportación e importación de alimentos, buscando facilitar el comercio y la producción local.
Eliminación de burocracia y simplificación de trámites
El Ejecutivo destacó que esta iniciativa responde al compromiso de reducir al mínimo los trámites burocráticos y la intervención gubernamental en el sector privado. “Nuestro objetivo es incentivar el comercio, promover la industria y acelerar el desarrollo económico del país”, detalla el decreto.
A partir de ahora, los exportadores podrán solicitar a la Autoridad Sanitaria Nacional las certificaciones necesarias para sus productos en caso de que el país de destino lo requiera. Estas certificaciones serán otorgadas sin mayores exigencias, siempre que los exportadores acrediten el cumplimiento de los requisitos establecidos.
Para los importadores, la normativa establece que los alimentos certificados en países con alta vigilancia sanitaria podrán ingresar al mercado argentino sin restricciones adicionales y serán incorporados automáticamente al CAA. Asimismo, se eliminan las obligaciones de registrar y autorizar muestras, productos, establecimientos, depósitos, utensilios y envases, un proceso que, según Sturzenegger, implicaba “32 hojas de trámites”.
Un enfoque económico y social
A través de sus redes sociales, Sturzenegger enfatizó el impacto positivo que estas medidas tendrán en la producción y el comercio. “En estos meses, innumerables empresas nos han comentado las increíbles peripecias que tenían que sortear para satisfacer requerimientos locales que no eran exigidos por el mercado de destino”, señaló.
Entre los ejemplos mencionados, el ministro destacó casos como el de un productor que necesitaba certificar una muestra para exportar a Estados Unidos pero se le exigía montar una fábrica completa antes de obtener la autorización, o vendedores de ajo para Asia a quienes se les pedía medir el tamaño de cada cabeza antes de exportar.
La visión del Gobierno
Con este paquete de medidas, el Gobierno reafirma el mandato de reducir la intervención estatal en la economía y priorizar el crecimiento productivo. Según Sturzenegger, estas políticas representan un avance hacia la desregulación total y la facilitación del comercio, alineadas con la visión del presidente Javier Milei de sacar al Estado de las actividades productivas.
“¡Vamos a liberar la creación de valor! ¡Menos trabas, más producción y más oportunidades!”, cerró el ministro en su mensaje, dejando en claro la orientación pro-mercado de esta iniciativa.