Debate y Convergencia

“No me importa si me van a meter presa”

La vicepresidenta de Argentina, Cristina Kirchner, tuvo que detener su discurso varias veces durante la noche del 21 de marzo en el Salón de la Ballena Azul del Centro Cultural Kirchner. Rodeada de exmandatarios regionales y amigos juristas, quienes la elogiaron durante dos horas seguidas, la vicepresidenta sonrió cada vez que los dirigentes y militantes que se habían congregado en el auditorio para escucharla le dedicaron los ya clásicos, encendidos cantos de “Cristina Presidenta”. Acompañada por Eduardo “Wado” de Pedro, uno de los presidenciables de su espacio político que espera su aval para avanzar hacia las Primarias, el discurso de Kirchner contuvo fuertes críticas a la Justicia, a los medios de comunicación y al ex presidente Mauricio Macri, además de referirse al concepto de “economía bimonetaria”.

Si bien la vicepresidenta no respondió a las dudas sobre si se presentará como candidata en las PASO, ni nombró a un delfín, tampoco negó que sostenga, en algún punto, la ambición de volver a competir por el sillón de Rivadavia a pesar de su “proscripción”. Además, llamó a resolver los problemas de la Argentina en conjunto con los otros espacios políticos y pidió garantías constitucionales. Aunque no dijo qué papel tendrá a la hora de cerrar las nóminas, o a quién bendecirá, la vice dejó la puerta al menos abierta a una candidatura propia, al reivindicar, en repetidas ocasiones, su propia gestión y la de Néstor Kirchner. Cristina Kirchner alimentó el operativo clamor en torno a su figura, que tomó como tarea central La Cámpora, y denunció que está sometida a una ”persecución” con el objetivo “no solo volver a imponer un modelo económico, sino también disciplinar” a “los dirigentes del campo popular y nacional”.

Tags

Compartir post

Related Posts