Tras la primera gira oficial de funcionarios de Javier Milei para aliviar las tensiones con China, el Gobierno argentino se encuentra en una carrera contra el tiempo para negociar la renovación del swap de monedas y asegurar fondos para reanudar la construcción de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz, donde se han registrado más de 2.000 despidos desde la suspensión de las obras a fines del año pasado.
El Banco Central de Argentina informó que al 31 de diciembre el país mantenía un swap por un valor de US$ 18.400 millones, de los cuales US$ 4.900 millones ya han sido utilizados para el pago de importaciones, deudas con bonistas privados y con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Se espera devolver US$ 2.900 millones en junio y US$ 2.000 millones en julio, lo que genera presión adicional sobre las reservas netas que actualmente se encuentran en terreno negativo.
Para avanzar en estas negociaciones, el titular del Banco Central, Santiago Bausili, debe enviar una carta solicitando la extensión del plazo del swap, aunque esto aún no ha sido confirmado por las autoridades chinas ni por el Ministerio de Economía argentino. En abril, Bausili participó en una reunión en Beijing junto a la canciller Diana Mondino y el secretario de Finanzas Pablo Quirno con el titular del Banco Popular de China, Pan Gongsheng.
El proyecto de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz, iniciado en 2015, enfrenta también desafíos financieros. China había girado US$ 500 millones en 2022, pero la obra se quedó sin fondos en noviembre pasado, resultando en 2.200 despidos en marzo. La Argentina recibió solo US$ 1.800 millones de un crédito total de US$ 4.700 millones.
Estas negociaciones con China se desarrollan en un contexto de negociaciones con el FMI. El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, ha regresado recientemente de una misión en Washington para avanzar en la octava revisión del programa con el Fondo, que incluye el cumplimiento de metas fiscales, monetarias y de reservas en el primer trimestre del año.
Se espera que en los próximos días el FMI difunda un documento técnico que deberá ser aprobado por los directores, lo que permitirá un desembolso de US$ 800 millones. Además, en julio la Argentina enfrenta pagos significativos a bonistas y al FMI, lo que agrega presión a estas negociaciones financieras cruciales para la economía del país.
