Este viernes se lleva a cabo el Paro Internacional Feminista, marcando el primero bajo el mandato de Javier Milei, quien, en apenas cuatro meses, ha impulsado medidas en detrimento de los derechos de las mujeres y las diversidades. Se anticipa una concentración significativa frente al Congreso de la Nación, donde se protestará “contra el hambre y el ajuste”, denunciando la crisis alimentaria y habitacional que afecta a todo el país.

Previamente, se realizaron asambleas masivas con la participación de diversos sectores de la sociedad, como organizaciones sociales, sindicatos, economía popular, colectivos feministas y partidos políticos. En este contexto, Ni Una Menos convocó a la concentración en la Plaza del Congreso a partir de las 16 horas, con ollas populares, verdurazo, intervenciones artísticas y la lectura de un documento.

La marcha se da en un contexto de ataques concretos al colectivo feminista, incluyendo la eliminación del Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, el cierre del INADI, la prohibición del lenguaje inclusivo y la perspectiva de género en el Estado Nacional, y los comentarios del presidente en el Foro de Davos sobre la “agenda sangrienta del aborto”, reiterados posteriormente en una visita a un colegio.

La movilización aborda el rechazo al mega DNU 231/2024 y la defensa de derechos adquiridos, como el aborto legal y la Educación Sexual Integral. Se destaca la preocupación por la crisis alimentaria y habitacional, así como el impacto del recorte en el programa Potenciar Trabajo.

En las asambleas, se destacó el proceso de empobrecimiento y feminización de la pobreza acelerado en los últimos cuatro meses. Las mujeres y diversidades, afectadas por el ajuste, denuncian la falta de alimentos en comedores comunitarios y el desfinanciamiento de políticas sociales.

La movilización cuenta con la participación del bloque sindical, incluyendo CGT, CTA Autónoma, CTA de los Trabajadores y la UTEP, que realizarán distintas modalidades de paro. El objetivo es mostrar la unidad del movimiento obrero frente a los ataques del gobierno de Milei, que ha puesto en la mira a los sindicatos y al movimiento feminista.

En este contexto, la manifestación del 8M no solo representa una protesta contra las medidas adoptadas por el gobierno, sino también una respuesta masiva y unificador a los desafíos que enfrentan las mujeres y diversidades en Argentina.