Moneda Digital Argentina: Una Innovación en el Horizonte Económico

Durante su campaña, el ministro y candidato a presidente de Unión por la Patria, Sergio Massa, ha anunciado la creación de la Moneda Digital Argentina. Esta iniciativa ha suscitado interés y preguntas sobre su naturaleza y propósito. En esencia, se trata de una medida que se está considerando en muchos países de todo el mundo y se conoce como Moneda Digital de Banco Central (CBDC por sus siglas en inglés). Este concepto se refiere a una moneda totalmente digital respaldada por el Banco Central del país emisor y vinculada a la moneda oficial de la nación.

Es importante destacar que hoy en día, el dinero es en su mayoría virtual. La creación de dinero se realiza en gran medida a través de depósitos bancarios. Las transacciones se realizan cada vez más con dinero virtual y un sistema de pagos respaldado por una red de bancos públicos y privados, bajo regulaciones del Banco Central. En el ámbito internacional, ocurre algo similar, donde la mayoría de las transacciones se realizan en dólares virtuales a través de sistemas de compensación y mensajería proporcionados por el conocido sistema SWIFT de los bancos internacionales.

Sin embargo, este paradigma está evolucionando rápidamente. La tecnología de registro distribuido, como la blockchain, ha permitido el surgimiento de criptomonedas, billeteras virtuales y sistemas financieros paralelos no regulados, tanto a nivel nacional como internacional. En este contexto, China ha sido uno de los países más avanzados en la adopción de su yuan digital, que se ha utilizado para pagar salarios y realizar compras transfronterizas de petróleo. Otros países, como Brasil e India, planean lanzar sus propias monedas digitales el próximo año. El Banco Central Europeo también está considerando la creación del euro digital, aunque su implementación se prevé para 2028. Estados Unidos está evaluando la posibilidad de lanzar un dólar digital, pero principalmente para transacciones mayoristas.

Existen diversas modalidades para las monedas digitales, que pueden ser mayoristas, minoristas o destinadas al comercio exterior, y pueden centrarse en transacciones o ahorros.

Si la moneda digital es mayorista, su objetivo principal es regular el amplio sistema financiero que trasciende a los bancos. Actualmente, en Argentina, gran parte de las monedas digitales están bajo el control de billeteras virtuales y fintechs, que operan en ocasiones de manera poco transparente debido a la falta de regulación del Banco Central. La introducción de una moneda digital permitiría al Banco Central supervisar estas operaciones y fomentaría la transición de una economía informal a una formal, lo que facilitaría la recaudación de impuestos y el control del lavado de activos.

Cuando se trata de una moneda minorista destinada a transacciones, su propósito puede ser proporcionar una moneda social que permita a los sectores de la Economía Popular, con dificultades en organización, regularización y bancarización, acceder a un sistema de circulación de dinero digital que fomente la digitalización, el registro y el financiamiento estatal, brindando apoyo a estos sectores.

En el caso de una moneda minorista para ahorro, las razones pueden relacionarse con la situación macroeconómica argentina, marcada por altos niveles de inflación, incertidumbre sobre el valor de la moneda y escasez de crédito. Una moneda digital podría servir como un puente entre esta situación y una gradual estabilización, permitiendo la realización de contratos a plazo, financiamiento productivo y opciones de ahorro.

Si se trata de una moneda para el comercio exterior, su finalidad sería fomentar el comercio bilateral sin depender del dólar estadounidense o de los sistemas bancarios occidentales. Esta medida buscaría impulsar los Sistemas de Pagos en Monedas Locales, que facilitan el comercio y la inversión, al tiempo que reducen la dependencia del dólar en las transacciones comerciales.

Las nuevas tecnologías y conceptos han proporcionado herramientas para abordar desafíos antiguos, como la regulación, la inclusión, la macroeconomía y la dependencia externa. No obstante, es importante recordar que una única herramienta difícilmente resolverá todas estas cuestiones simultáneamente. La clave radica en diseñar la moneda digital de acuerdo con el objetivo principal que se busque alcanzar.

Espero que esta versión de la nota sea útil. Si deseas realizar alguna modificación adicional o tienes alguna otra pregunta, no dudes en hacérmelo saber.

Fuente: Paguina12

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