El próximo jueves, la misión del FMI llegará a Buenos Aires con la prioridad de negociar una serie de “waivers” o dispensas por las metas incumplidas en la reciente actualización del acuerdo. Estos pasos son cruciales para liberar los USD 3.300 millones que no fueron desembolsados en noviembre y podrían añadirse otros USD 1.500 millones a principios de 2024.

El Gobierno reconoce que el acuerdo con el FMI está prácticamente descartado, dado el incumplimiento de las promesas por parte del exministro de Economía, Sergio Massa. Las metas propuestas, como acumular USD 8.000 millones hasta fines de 2023 y mantener el déficit fiscal en niveles del 1,9% del PBI, no se han cumplido.

El desafío para el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, radica en revivir el programa actual, requiriendo que el FMI conceda una serie de “waivers”, algo que ha sucedido en numerosas ocasiones en décadas anteriores. El desembolso del Fondo sería crucial para aumentar las reservas de forma más acelerada y fortalecer la posición económica a principios de 2024.

El objetivo inmediato es evitar un aumento significativo en la brecha cambiaria en enero, tras la reducción lograda a fines del año pasado. El dólar oficial experimentó un ajuste brusco, pasando de $360 a $800 en poco tiempo. Aunque el dólar libre ha mostrado cierta estabilidad alrededor de los $1.005, los dólares financieros se acercan a los $1.000.

La credibilidad del plan fiscal es esencial para evitar que la brecha cambiaria se dispare. La aprobación de varias leyes en el Congreso, como la reinstalación del impuesto a las Ganancias para asalariados, la moratoria y el blanqueo, son fundamentales en esta estrategia. Además, se han implementado retenciones generalizadas a las exportaciones y se aplica el impuesto PAIS del 17,5% a todas las importaciones.

La liquidación de la cosecha gruesa a partir de finales de abril se vislumbra como una ventaja, dejando atrás la sequía del año pasado. Este incremento en la liquidación de dólares provenientes del campo se proyecta como un motor para la recuperación económica. Sin embargo, la tasa de interés real negativa y el aumento gradual del tipo de cambio oficial plantean desafíos para mantener el control inflacionario.

El Banco Central, a través de un informe emitido a finales de 2023, estableció los objetivos para el próximo año, enfocándose en mantener la estabilidad y recuperar la confianza en el plan fiscal. En este contexto, se espera una tarea ardua para equilibrar la economía y superar los desafíos presentes, con miras a una posible eliminación ordenada del cepo cambiario a futuro, aunque sin un plazo definido por el momento.