El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, ha generado controversia al negarse a homologar el aumento salarial del 45% acordado entre el Sindicato de Camioneros y el sector empresarial. Esta decisión ha desencadenado tensiones con la Confederación General del Trabajo (CGT) y amenazas de paro nacional por parte de Pablo Moyano, secretario adjunto de la CGT.

El acuerdo salarial entre el Sindicato de Camioneros y las empresas incluía un aumento del 25% en marzo y un 20% adicional en abril. Sin embargo, la Secretaría de Trabajo aún no ha dado su aprobación debido a cuestionamientos legales y discrepancias internas en la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC).

Caputo defendió su postura argumentando que el aumento acordado no se ajustaba a las proyecciones de inflación y que homologarlo generaría problemas económicos futuros. En una entrevista, cuestionó la lógica de homologar acuerdos que carecen de sentido económico.

La ley establece que si un convenio no es homologado en 30 días, se considera “tácitamente homologado”. Sin embargo, la demora en este caso se debe a impugnaciones internas en la FADEEAC.

En el contexto de una política para desalentar expectativas inflacionarias, el desacuerdo entre el Gobierno y la CGT refleja tensiones respecto a la política salarial y económica del país.