La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anticipó su encuentro con el ministro de Defensa, Luis Petri, antes de dirigirse a Rosario, Santa Fe, en medio de una creciente ola de crímenes perpetrados por bandas narcocriminales. Bullrich destacó la gravedad de la situación al referirse a la actuación de estos delincuentes, describiendo su modus operandi como “un mecanismo de terror nunca visto”.
En declaraciones, la ministra admitió la dificultad de mantener el control en una ciudad grande y destacó los desafíos para rastrear a todos los ciudadanos y anticipar posibles ataques. Subrayó que su cartera recibió medios “muy deteriorados” de la administración anterior, pero aseguró que utilizarán todos los recursos disponibles para abordar la crisis.
Bullrich informó sobre el respaldo de las fuerzas armadas, en línea con la ley de Seguridad Interior, y resaltó la colaboración con el ministro de Defensa. Criticó a los parlamentarios que no votaron a favor de una emergencia en seguridad, cuestionando su responsabilidad ante la urgencia de recursos para combatir la violencia y los asesinatos en aumento.
En una crítica directa al exjuez Eugenio Zaffaroni, Bullrich rechazó las teorías que romantizaban a los delincuentes como víctimas de circunstancias sociales, especialmente en el caso de Rosario. Argumentó que el enfoque de “zaffaronianas” no reconocía la verdadera naturaleza de los criminales y subrayó la importancia de abordar la situación con medidas efectivas para restaurar la paz en los barrios afectados.