Javier Milei y su equipo han logrado captar la atención internacional con su enfoque radical para reducir la burocracia y reformar la economía argentina. Según un reciente informe de The Economist, Argentina se ha convertido en un ejemplo a seguir en materia de desburocratización, destacando los “golpes audaces” implementados por el gobierno de Milei para restablecer las expectativas económicas. El semanario británico, propiedad de grupos editoriales como Pearson, Agnelli, Cadbury, Rothschild y Schroder, señala que tanto Europa como Estados Unidos podrían aprender de la ambición y preparación demostrada por el líder libertario.
La batalla cultural en Argentina ha estado marcada por décadas de confusión entre un “Estado justiciero” y un “Estado burocrático”, donde las necesidades del contribuyente, usuario y ciudadano fueron ignoradas. Tanto peronistas como radicales demostraron ser peores administradores que los gobiernos militares, con un gasto público y una presión tributaria que superaron incluso los niveles del llamado “Proceso de Reorganización Nacional”. Los gobiernos kirchneristas agravaron esta situación, y la gestión de Mauricio Macri no logró revertirla. Este escenario de descontento y hartazgo fue el caldo de cultivo que llevó a Milei al poder.
Milei designó a Federico Sturzenegger como su “desburocratizador en jefe”, una figura criticada por la progresía local pero cuyas reformas, según The Economist, han comenzado a mostrar resultados tangibles. Muchos de estos cambios, aunque no todos, podrían consolidarse si La Libertad Avanza logra ganar la batalla de la reforma tributaria, un enfrentamiento que se perfila como la próxima gran guerra cultural en Argentina.
Un fenómeno global
La necesidad de desburocratizar no es exclusiva de Argentina. En Estados Unidos, el regreso de Donald Trump al poder ha llevado a la delegación de responsabilidades en figuras como Elon Musk, quien dirige el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). The Economist advierte que, si bien la desregulación puede traer mayor libertad, crecimiento económico y precios más bajos, también conlleva riesgos si no se implementa de manera coherente. Trump, por ejemplo, ha sido criticado por su enfoque de “demoler primero y preguntar después”, lo que podría generar caos y daño económico.
En otros países, líderes como Narendra Modi en India y Rachel Reeves en Reino Unido también están impulsando reformas para reducir la burocracia. Incluso en Vietnam, los comunistas han presentado planes para simplificar regulaciones. Sin embargo, el exceso de normas sigue siendo un problema global. En Estados Unidos, el código federal ha pasado de 20.000 páginas en la década de 1960 a 180.000 en la actualidad, mientras que en Europa, las empresas enfrentan costos exorbitantes para cumplir con regulaciones como las declaraciones de sostenibilidad.
El costo de la burocracia
La proliferación de normas no solo afecta a las grandes empresas, sino que perjudica especialmente a las pequeñas y medianas, que carecen de recursos para cumplir con los requisitos. Esto frena la innovación y protege a los operadores tradicionales, creando un círculo vicioso de estancamiento económico. The Economist destaca que, en países como Argentina, la desregulación ya ha comenzado a mostrar resultados positivos, con una reducción del 35% en los precios de algunas importaciones.
Sin embargo, el camino hacia una reforma exitosa está lleno de desafíos. El dilema, según el semanario, es cómo ser lo suficientemente audaz para marcar una diferencia real, sin caer en la temeridad. La historia ofrece ejemplos inspiradores, como las reformas de Margaret Thatcher en Reino Unido o las de India en los años 90, que impulsaron el crecimiento económico. Argentina, bajo el liderazgo de Milei, parece estar siguiendo un camino similar, aunque el éxito final dependerá de su capacidad para mantener el equilibrio entre audacia y coherencia.
Conclusión
Milei y su “motosierra” simbólica han puesto a Argentina en el centro de un debate global sobre la desburocratización. Mientras el mundo observa, el desafío será demostrar que estas reformas no solo son audaces, sino también sostenibles y beneficiosas para la sociedad en su conjunto. La próxima batalla, la reforma tributaria, será crucial para definir si este modelo puede consolidarse como un ejemplo a seguir en el escenario internacional.