El presidente Javier Milei decidió destituir a Sonia Cavallo Runde de la Embajada argentina ante la Organización de Estados Americanos (OEA) tras los reiterados cuestionamientos públicos de su padre, Domingo Cavallo, a la política económica del gobierno. “Su continuidad en ese cargo era insostenible”, afirmaron fuentes oficiales a Infobae, confirmando que la decisión fue tomada directamente por el mandatario.
Sonia Cavallo, residente en Estados Unidos desde hace más de diez años, había sido designada para el cargo en Washington DC debido a la estrecha relación entre Milei y su padre, a quien el presidente calificaba como “el mejor ministro de Economía de la historia”. Sin embargo, esa relación de elogios mutuos se deterioró a raíz de las constantes críticas de Cavallo a la gestión actual.
Antes de que se conociera la destitución, Milei lanzó una declaración contundente en una entrevista con Antonio Laje en A24: “El dólar se tiene que caer como un piano. Y le voy a decir más…, en especial por el impresentable de Cavallo. Lo digo abiertamente, porque mientras que él era ministro de Economía e insultaba a todo el mundo cuando hablaban de devaluación, el tipo de cambio de la Convertibilidad hoy sería de 700 pesos”.
La noticia fue confirmada oficialmente por el vocero presidencial, Manuel Adorni, a través de redes sociales: “Por decisión del Presidente de la Nación, Sonia Cavallo deja de ser la embajadora argentina ante la OEA”.
Trayectoria y vínculo con la política
Sonia Cavallo Runde había sido nombrada embajadora extraordinaria y plenipotenciaria de Argentina ante la OEA en mayo, según una resolución publicada en el Boletín Oficial. Nacida en Córdoba, estudó en la Universidad de San Andrés, obtuvo una maestría en Políticas Públicas en Harvard y residía en EE.UU. desde hacía más de una década. Desde 2014, era profesora en el Programa de Economía Aplicada en The Catholic University of America, en Washington DC.
A lo largo de los años, colaboró activamente en la carrera académica y política de su padre, con quien coescribió el libro Historia Económica de la Argentina. Su designación como embajadora respondió tanto a esa relación como a su formación académica, pero finalmente, los avatares de ese vínculo también derivaron en su desvinculación del cargo diplomático.