En una entrevista extensa y cargada de declaraciones, el presidente Javier Milei se refirió a la relación con su vicepresidenta, Victoria Villarruel, quien fue objeto de fuertes críticas. El mandatario aseguró que la titular del Senado “está cerca del círculo rojo” y la calificó como parte de la “casta”, una de las etiquetas más usadas por su espacio político. Además, dejó en claro que Villarruel no tiene incidencia en las decisiones del gobierno, ni participa en reuniones de gabinete. “El trato es meramente institucional; ella decidió no participar”, afirmó Milei, quien agregó que cada uno cumple su rol con un vínculo limitado.
Durante la entrevista, que duró más de una hora, Milei también profundizó en los recientes cambios dentro de su equipo de gobierno. El presidente destacó que la salida de figuras clave, como Diana Mondino en Cancillería, fue resuelta con rapidez. “No dudé en echarla; me tomó 30 minutos tomar la decisión”, explicó. También se refirió a la desvinculación de Nicolás Posse, su amigo de 18 años, reiterando que no hay margen para errores: “Mis ministros tienen libertad dentro de nuestras ideas, pero no se tolera un milímetro de error”.
Reformas, economía y críticas al sistema universitario
El líder de La Libertad Avanza no evitó temas controvertidos, como las auditorías en el sistema universitario público. Aunque aclaró que no busca imponer aranceles, mencionó que la propuesta inicial generó un rechazo significativo. “La opinión pública estaba 90 a 10 en contra de nuestras ideas. Hoy, tras las discusiones y propuestas, estamos 60 a 40 a favor”, argumentó, destacando que la intención es garantizar mayor eficiencia en las universidades.
En cuanto a la economía, Milei defendió los logros de su administración y destacó la disminución del índice de pobreza, que, según sus cifras, pasó del 57% al 46% en nueve meses. “Estamos destruyendo la inflación sin sacrificar empleo ni actividad económica. Los salarios reales hoy son mejores; pasaron de 300 dólares al asumir a 1.100 dólares actualmente”, aseguró. También pronosticó un repunte de la economía hacia fin de año, aunque evitó comprometerse con una fecha para levantar el cepo cambiario.
Relación con el Congreso y reformas judiciales
Milei también se refirió a la inacción del Senado, encabezado por Villarruel, respecto a los pliegos de los jueces Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla para la Corte Suprema. “Es frustrante que las cosas no avancen. Yo hago mi parte enviando los pliegos; ahora es decisión del Senado actuar”, afirmó. Sin embargo, se mostró optimista sobre la capacidad de su jefe de Gabinete, Guillermo Francos, para mediar con el Congreso y las provincias.
El enfrentamiento con los medios
El mandatario dedicó un espacio importante a criticar al periodismo, al que acusó de llevar adelante “la campaña más sucia de la historia” en su contra. Destacó el papel de las redes sociales como contrapeso al “monopolio de la opinión” que, según él, ostentan los periodistas tradicionales. “Hoy los archivos son instantáneos, y las mentiras quedan expuestas al momento. Antes te tenías que callar; ahora podés responderles”, sentenció. Además, arremetió contra los periodistas que opinan de economía sin tener formación suficiente, asegurando que las redes han fortalecido el debate público.
Tensiones internas y rivalidad política
Sobre la relación con el PRO, Milei mantuvo un tono positivo, calificando el diálogo como “excelente” y dejando abierta la posibilidad de una alianza para las próximas elecciones legislativas. Sin embargo, no ocultó su antagonismo con Cristina Fernández de Kirchner, a quien describió como “deplorable”. Enfatizó su satisfacción por los avances del Poder Judicial durante su gobierno, incluyendo la condena a Irán y las sentencias contra la expresidenta.
Un liderazgo sin margen para errores
La entrevista mostró a un Milei desafiante, con una visión clara sobre el rumbo de su gestión y una política de “tolerancia cero” con los errores dentro de su gobierno. Aunque las críticas internas, las tensiones políticas y los cuestionamientos a sus decisiones persisten, el presidente parece decidido a mantener su estilo combativo, sin desviar el norte que, asegura, guía sus acciones al frente del Ejecutivo.