Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Canadá se intensifican. El presidente estadounidense, Donald Trump, advirtió el pasado viernes sobre la inminente imposición de aranceles recíprocos a productos lácteos y madereros canadienses. Esta nueva amenaza ha provocado nerviosismo en los mercados, generando pérdidas en las bolsas internacionales y afectando el comportamiento de activos clave como el oro, el dólar y el petróleo.

Caída en los mercados internacionales

Las bolsas europeas iniciaron la semana con pérdidas de hasta un 1%, tras una jornada de gran volatilidad en la que la incertidumbre por los aranceles estadounidenses fue el factor dominante. El índice STOXX 50 caía un 1% este lunes, reflejando el pesimismo de los inversores.

En Wall Street, los futuros de los principales índices bursátiles también mostraban caídas considerables. Los futuros del Dow Jones bajaban un 0,92%, ubicándose en 42.407,50 puntos. Por su parte, los futuros del S&P 500 retrocedían un 0,97% hasta los 5.714 puntos, mientras que los del Nasdaq 100 descendían un 1,05% hasta los 19.983 puntos.

Los mercados neoyorquinos vienen de atravesar una semana difícil. El S&P 500 registró una caída del 3,1%, su peor desempeño semanal desde septiembre. El Dow Jones perdió un 2,4%, mientras que el Nasdaq, con una mayor exposición al sector tecnológico, sufrió un retroceso del 3,5%.

Impacto en el oro, el dólar y el petróleo

El oro logró estabilizarse este lunes a pesar de la fortaleza del dólar, lo que limitó su avance como activo de refugio en medio de las preocupaciones comerciales. El oro al contado cotizaba a 2.913,09 dólares por onza, mientras que los futuros del oro en Estados Unidos avanzaban un 0,2% hasta los 2.920,10 dólares.

“El hecho de que el oro se mantenga por encima de los 2.900 dólares refleja la incertidumbre sobre el panorama económico global y el continuo riesgo geopolítico”, señaló Frank Watson, analista de Kinesis Money. Los inversionistas están atentos a los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) y del Índice de Precios al Productor (IPP) en EE.UU., que serán publicados esta semana y podrían ofrecer pistas sobre el futuro de las tasas de interés de la Reserva Federal.

Por otro lado, el dólar se mantiene en niveles bajos, operando cerca de su punto más débil en cuatro meses frente a las principales divisas. La preocupación por una guerra comercial mundial ha llevado a los inversores a buscar refugio en monedas más seguras como el yen y el franco suizo.

En cuanto al petróleo, los precios siguen bajo presión. El crudo Brent bajaba 11 centavos, cotizando a 70,25 dólares el barril, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) en EE.UU. retrocedía 17 centavos, ubicándose en 66,87 dólares. El WTI viene de registrar su séptima semana consecutiva de pérdidas, la racha bajista más prolongada desde noviembre de 2023. En tanto, el Brent acumula tres semanas de caídas.

“La incertidumbre sobre los aranceles es un factor clave en la debilidad de los precios del petróleo”, explicaron analistas de ING. Además, los recientes recortes en los precios del crudo por parte de Arabia Saudita y las señales deflacionarias provenientes de China también han influido en la caída de la confianza en el mercado energético.

Tensión geopolítica y consecuencias económicas

La política comercial de Trump no solo ha afectado a los mercados financieros, sino que también ha intensificado las tensiones en el sector energético. Como parte de su estrategia de presión sobre Irán, el mandatario busca restringir las exportaciones de petróleo del país persa con el objetivo de forzar concesiones en su programa nuclear.

Ante este escenario, el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, advirtió que su país no cederá ante las sanciones impuestas por Washington. La creciente hostilidad entre ambas naciones añade un elemento de incertidumbre adicional a los mercados globales, que ya se encuentran en un estado de alta volatilidad debido a la guerra comercial en curso.

El impacto de estas políticas proteccionistas seguirá siendo un factor determinante en el comportamiento de los mercados en las próximas semanas, mientras los inversores evalúan el alcance de las medidas arancelarias y su efecto en la economía global.