Eco Go, liderado por Marina Dal Poggetto y Sebastián Menescaldi, ha presentado proyecciones que sugieren una sorprendente caída en la inflación de mayo, alcanzando un mínimo del 4,2%. Este dato ha generado asombro tanto en el ámbito empresarial como en el oficial, ya que se esperaba inicialmente un índice cercano al 5%. Las razones detrás de esta disminución son diversas y reveladoras.

Una de las causas fundamentales es la marcada desaceleración en los precios de alimentos y bebidas, que según Eco Go, podrían aumentar solo un 4,8% este mes, muy por debajo de los registros anteriores. Esta tendencia, marcada por un incremento del 1,1% en la primera semana de mayo, podría mantenerse en las próximas semanas, sugieren los analistas.

Además, la postergación de la actualización de tarifas de servicios es otra variable clave. Esta decisión gubernamental podría representar un ahorro de casi dos puntos en la inflación mensual, específicamente 1,8 puntos. Sin embargo, esto plantea interrogantes sobre futuras actualizaciones tarifarias y su impacto en los subsidios.

El sector de las prepagas también contribuye a esta disminución, ya que la reducción de los costos de las cuotas se traduce en una deflación estimada del 7,8% en el rubro de la salud. Sin embargo, persisten tensiones respecto al reintegro del dinero cobrado en exceso en meses anteriores.

Por otro lado, la actividad económica en rojo muestra una recesión pronunciada, con caídas en la producción y ventas que superan las expectativas iniciales. Esto refleja un escenario donde las empresas ajustan sus estrategias ante una dinámica cambiaria y económica más estable de lo previsto.

En resumen, la inflación de mayo plantea escenarios inesperados y revela dinámicas complejas en el entramado económico, donde factores como la alimentación, los servicios y la actividad industrial tienen un impacto significativo en la evolución de los precios.