El expresidente Mauricio Macri pronunció un discurso en la Bolsa de Comercio de Córdoba, superando la asistencia habitual de los almuerzos de coyuntura organizados por la entidad liderada por su amigo íntimo, el empresario Manuel Tagle. La presencia de Macri y la exposición del candidato a gobernador por Juntos por el Cambio (JxC), Luis Juez, adquirieron un mayor atractivo tras las invitaciones de Horacio Rodríguez Larreta y Gerardo Morales al gobernador Juan Schiaretti para unirse a la coalición opositora. Fue Tagle quien estableció el tono político al pedirle directamente al jefe de Gobierno porteño que “se retracte”, lo que generó un aplauso en el auditorio, identificado con Macri y JxC, según indicó el anfitrión, ya que son la única oposición. “No es necesario perder la consistencia ideológica para vencer al kirchnerismo”, fue el comentario del contador que abre la política a la vidriera del Círculo Rojo.

La posición de Macri fue clara. Desde Córdoba, convocó a Larreta y a su rival en la interna amarilla, Patricia Bullrich, a “confiar en sus capacidades”. Y agregó: “Espero que haya reflexión. La improvisación no es una buena consejera”. No es un secreto el vínculo entre Schiaretti y Macri, pero para la ocasión, Macri decidió identificar directamente al gobernador con el kirchnerismo. Esta cercanía molesta al cofundador del cordobesismo, que ha hecho del juego pendular con el poder central su sello distintivo.

Macri desmontó el argumento schiarettista que elogia su histórico apoyo a las instituciones y su contribución a la gobernabilidad, siempre y cuando no choque con los intereses de Córdoba. Al mismo tiempo, respondió al radical Gerardo Morales, quien recordó su vínculo con su “amigo, el Gringo”.

El expresidente fue directo al grano y admitió que el diálogo con el peronismo republicano debería haber ocurrido dos años antes. “La unidad se basa en un compromiso de cambio, no es una unidad para mantener el statu quo. Eso es una estafa. Para el resto, dejemos a los que venden espejitos de colores”, disparó.

Puso como ejemplo la incorporación del auditor general de la Nación, Miguel Ángel Pichetto. “Es irrespetuoso con nuestros dirigentes, con los candidatos y con los cordobeses. A diferencia de Pichetto, hubo ideas y conversaciones que llevaron años”, recordó refiriéndose al paso del peronista republicano y su salida de Alternativa Federal, que integraba junto a Schiaretti.

Entre otras definiciones, Macri no se atrevió a dar por cerrado el debate sobre la incorporación de Schiaretti a JxC, pero dejó entrever condiciones para un acuerdo posterior muy similares a las que Larreta planteaba antes de que se anunciara públicamente la intención que sacudió a la Mesa Nacional y puso en alerta.