“Sergio le clavó los tacos”, resume un funcionario al tanto del cruce que Massa tuvo con Alberto Fernández durante la reciente visita a Washington. El diálogo fe de tal intensidad que Alberto temió la renuncia de su ministro y durante algunas horas en la comitiva la zozobra fue total.
Las tensiones de Massa con el albertismo se viene acumulando hace semanas, pero seguramente contribuyó a la escalada que el ministro de haya enterado de un encuentro reservado que mantuvieron Alberto y Santiago Cafiero con Martín Guzmán en Washington, en el mismo momento que el ministro de Economía se esforzaba por pasar la revisión del FMI.
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Algo de estos ruidos le deben haber llegado a la secretaria de Tesoro, Janet Yellen, que en el diálogo con Massa y Alberto Fernández elogió la tarea de “estabilización” del ministro e estos últimos meses y lamentó que el gobierno haya tardado tanto tiempo en emprender el rumbo actual.
Pero el problema de fondo persiste. El grupo político que acompaña a Massa cree que el ministro quedó como rehén del albertismo, que ahora se desentiende de los problemas económicos y se dedica a jugar a la política alentando la reelección de Alberto o la candidatura alternativa de Daniel Scioli.
El grupo político que acompaña a Massa cree que el ministro quedó como rehén del albertismo, que ahora se desentiende de los problemas económicos y se dedica a jugar a la política alentando la reelección de Alberto o la candidatura alternativa de Daniel Scioli.
Algo de este clima se anticipó en LPO. Desde la publicación de esa columna la situación se agravó, al punto que la cúpula del Frente Renovador quiere sacar un documento criticando frontalmente al albertismo, con un documento público. “Nos salvó del helicóptero y lo quieren de rehén”, llegaron a barajar como título.
Es que en efecto, Massa quedó atrapado en la gestión del Palacio de Hacienda, al punto de verse maniatado para ejercer su rol político electoral, como líder del Frente Renovador. Una situación que exaspera a su tropa, que quisiera que renuncie y se dedique al armado territorial para las elecciones de octubre.
No parece ser la idea inmediata de Massa que este lunes espera cerrar el acuerdo por el nuevo dólar soja y apunta a acumular entre esa medidas y los acuerdos que cerró en Washington unos 8.000 millones de dólares de reservas en abril.
De hecho, el mes que comenzó es clave en la definición del futuro del ministro. Acaso para contener a los suyos o porque es verdad, les dijo que si logra acumular las reservas que proyecta y bajar la inflación, será el momento de ajustar cuentas con la política interna del Frente de Todos.
Fuente: La Política Online, Argentina.