Las autoridades estadounidenses han informado este miércoles de que más de un millar de personas migrantes ha intentado cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. El jefe de la patrulla fronteriza en el sector de El Paso, Anthony Good, ha señalado que estos migrantes, la mayoría procedentes de Venezuela, se han entregado a los agentes “después de ingresar ilegalmente” en Estados Unidos.
Good ha recordado que les pueden expulsar de territorio estadounidense bajo el amparo del Título 42, una política sanitaria que permitía negar la oportunidad de asilo a los migrantes en el marco de la pandemia de la COVID-19. Por su parte, el jefe de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos, Raul Ortiz, ha remarcado que “las fronteras no están abiertas y la gente no debería hacer el peligroso viaje”. “La gente no debe confiar en los contrabandistas u otras personas que afirman que las fronteras están abiertas”, ha expresado, antes de agregar que “los migrantes que ingresan ilegalmente están sujetos a expulsión y repatriación”.
Estados Unidos registra niveles no vistos de llegadas de migrantes a sus fronteras desde enero del 2020. Con el cierre de las fronteras durante la pandemia del coronavirus miles de personas se han hacinado a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, y desde el 2022, la llegada de personas huyendo de la pobreza y la hambruna de Venezuela, la violencia de Centroamérica y Colombia se ha multiplicado exponencialmente. En enero del 2021, la Administración Biden-Harris decidió reformar el sistema de inmigración, incluido enviar al Congreso una nueva legislación que proponía un nuevo sistema para gestionar y asegurar la frontera sur – con México- de forma responsable. Se quedó en papel mojado y la vicepresidenta Kamala Harris tuvo que recurrir a las mismas medidas que las administraciones precedentes: pagar a los países emisores y a México para evitar que los migrantes lleguen a Estados Unidos. De hecho Harris firmó un acuerdo con Guatemala, Honduras, El Salvador y México por cientos de millones de dólares.
2,15 millones de migrantes ilegales fueron detenidos en la frontera mexicana en 2022 frente a los 1,7 millones de 2021. A esto se le suma que las esperanzas de más de 11 millones de indocumentados en Estados Unidos para regularizar su situación migratoria siguen sin ver la luz pese a las promesas que Biden.