El senador radical Martin Lousteau se ha sumado a la campaña del PRO en la Ciudad de Buenos Aires, realizando una recorrida por diversos barrios de la Comuna 10. Sin embargo, lo llamativo es que ha evitado mostrarse públicamente con Jorge Macri, el candidato de la coalición y su ex rival en las elecciones internas de agosto.
Lousteau se ha mostrado junto a Mariela Coletta, candidata a diputada nacional, y las candidatas a legisladoras Jimena Capece y Manuela Thourte, todas ellas de Evolución, la línea interna de Lousteau en el partido. En las imágenes también se puede ver a Felipe Miguel, jefe de Gabinete de Horacio Rodríguez Larreta.
Durante la actividad, recorrieron distintas mesas de Juntos por el Cambio instaladas en Versalles, Floresta, Vélez Sarsfield y Villa Luro. Esta no es la primera vez que Lousteau hace campaña sin la compañía de los principales candidatos del PRO. Desde la UCR explican que también estuvo apoyando a candidatos locales en diferentes puntos de la provincia sin la presencia de Patricia Bullrich ni Néstor Grindetti. Estas recorridas se llevaron a cabo en Tandil, Chascomús y Esteban Echeverría. En este último distrito, Lousteau desafió a los vecinos a un partido de paddle junto al candidato a intendente de Evolución, Pablo Domenichini.
El conflicto entre Lousteau y Jorge Macri tiene como telón de fondo a Daniel Angelici, quien negocia en representación del radicalismo para evitar perder sus posiciones en el gobierno de la Ciudad.
Las heridas de la interna de Juntos en la Ciudad siguen sin sanar por completo. Jorge Macri aún guarda resentimiento por algunas actitudes del radicalismo porteño, como las impugnaciones al domicilio de Macri y la eliminación de Franco Rinaldi de la lista de legisladores, una decisión claramente influenciada por Lousteau.
La derrota de Lousteau en las elecciones de agosto ha puesto en alerta a la UCR, que había conseguido varios espacios en el gobierno porteño, incluyendo el Banco Ciudad y el Ministerio de Desarrollo Económico, gracias a acuerdos con Larreta. Los radicales temen que si Patricia Bullrich no llega al balotaje, se queden sin margen para negociar cargos en el Ejecutivo. Por lo tanto, buscan llegar a acuerdos antes del 22 de octubre y exigen a Jorge Macri el 40% de los cargos en un posible gobierno, argumentando que la interna fue pareja y que les corresponde una mayor participación en la Ciudad. Sin embargo, la posición de Macri es diferente, ya que considera que el radicalismo debe aceptar su derrota y que como ganador de la interna, no tiene la obligación de dar pistas sobre la composición de su futuro gobierno.